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Se muestra la historia gráfica de Pulquerías

Se muestra la historia gráfica de Pulquerías

Una selección de 35 fotografías sobre el pulque, una bebida ancestral mexica, su entorno cultural, social y económico están a la vista de todos los visitantes en el Museo Nacional de Agricultura, ello en la exposición titulada: “El Pulque y sus bienquerientes”  organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Coordinación Nacional de Antropología (CNAN) y la Universidad Autónoma de Chapingo.

El acervo proviene del Fondo Casasola que resguarda la Fototeca Nacional del INAH y de los fotógrafos Nacho López, así como de Marco Antonio Cruz, y los espectadores podrán apreciar: desde la extracción del aguamiel; su paso por los tinacales y hasta su consumo; los peculiares nombres de las pulquerías; las fachadas y sus interiores; los protagonistas y sus estados de ánimo; sus actitudes; el ambiente en el interior; el departamento de mujeres y los orinales, entre otros espacios que transmiten movimiento y permiten adivinar los sonidos y hasta los olores de estos populares centros de reunión.

Según detalla la publicación cuyo tema fotográfico está dedicado al pulque, de acuerdo con el tonalamatl –calendario adivinatorio de los aztecas- el signo de quienes nacían en un día ome tochtli -“dos conejo”- era el de la borrachera. Este augurio no debía tomarse a la ligera, porque al menos estaban implicados Mayahuel y Tezcatzoncátl, los mismísimos dioses del maguey, el pulque y la embriaguez y los sacerdotes encargados del culto eran los centzontotochtin, que en español significa “400 conejos”.

Durante la Colonia el pulque se desacralizó y algunos españoles con visión de negocio se dedicaron a explotarlo de manera comercial, mientras que otros –los más- se aficionaron a su consumo.

El 18 de noviembre de 1546 se abrió el primer establecimiento donde se expendía la blanca bebida en la Ciudad de México pero casi de inmediato las autoridades civiles y religiosas desacreditaron su consumo hasta que entre 1607 y1625 estuvo prohibido, lo que sirvió sólo para elevar su precio y las ganancias de quienes traficaban con el.

Los castigos variaban según el infractor. Había alcohólicos de primera –los españoles- y los beodos de segunda –los naturales-, tal y como revelan las ordenanzas reales de 1771 que establecían que los indios que se encontrasen borrachos serían conducidos a la cárcel y al otro día se les aplicarían 50 azotes en el palo de la plaza mayor.

Y en la actualidad su producción aún es artesanal y su consumo es cada día menor, pero –aclara la publicación-, nadie puede darlo por muerto pues las imágenes mostradas prueban que en las últimas décadas al pulque no le han faltado bienquerientes de corazón.

La muestra se exhibe en la Sala Principal del Museo Nacional de Agricultura de la Universidad Autónoma de Chapingo, ubicada en kilómetro 38.5 de la carretera México-Texcoco y permanecerá abierta a partir de mañana 18 de octubre y hasta el 16 de noviembre y la entrada es gratuita.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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