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Requiere educación cambios estructurales y vínculo empresarial

México enfrenta un rezago alarmante en materia de innovación y competitividad. Actualmente se ocupa el lugar 51 (de 138) en el índice de competitividad global (Global Competitiveness Index 2016–2017) y el lugar 105 (de 138) en eficiencia laboral. Además el número de patentes registradas por empresas nacionales es mucho menor que el promedio de la región.

Además que sólo el 13,3% de las empresas latinoamericanas invierten menos del 1% de sus ingresos en proyectos de innovación. Existe un rechazo y pocos profesionales en las áreas de ciencias e ingenierias, dando como resultado un bajo crecimiento económico el cual limita el desarrollo académico y profesional de los jóvenes, y sin una población calificada, la mejora del bienestar social y económico se verá truncada.

Por ello que, empresas, gobiernos y academias deben promover el trabajo formal y trabajar de la mano con medidas específicas para reducir la pobreza, promover la igualdad de género y fomentar la integración de los grupos desfavorecidos. Pues se estima que para el 2020, más del 40% de la fuerza de trabajo norteamericana estará conformada por freelancers y en 10 años la mayoría de los actuales grados universitarios estarán obsoletos

Estas condiciones han generado un clima de desánimo entre los profesionales mexicanos, factor que los motiva, en ocasiones, a emprender su propio camino, sin embargo en esta decisión dejan de lado un sueldo fijo, prestaciones y seguridad que a largo plazo traen como consecuencias el no tener estabilidad médica, social y económica, o bien salen a buscar mejores oportunidades laborales en el extranjero.

Un futuro posible: Algunas universidades del país, prefieren un modelo educativo tradicional por encima de otro que fomente la innovación. Sin embargo, la ciencia y la tecnología, tienen una repercusión positiva de forma indirecta, sobre el bienestar humano, mediante el incentivo en la productividad, por lo tanto, en el crecimiento económico y los niveles de ingresos.

Es por eso que la vinculación entre academia y empresa puede ser la solución de problemas específicos de los sectores productivos por medio del conocimiento y la investigación aplicada. Pues es ahí en dónde las adaptaciones en el sistema laboral, en conjunto con las necesidades, carreras y empleos del futuro se pueden descifrar para enfrentar los retos de las empresas mexicanas hacia el fututo.

Una labor en dicho tenor es que la Universidad Iberoamericana presento el área de Vinculación Universitaria que tiene como objetivo, que la universidad sea un actor social que incida al cambio de la realidad de nuestro país, con el fomento a la vinculación, en el entorno empresarial actual, la consultoría, la atracción y el desarrollo de talento, la formación continua y el emprendimiento social.

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