Campus

En el Silencio

depre915

Si no menciono tu nombre ni pongo en palabras los detalles compartidos no significa olvido. Sucede que en la garganta escuece la voz y yacen estropeados los verbos, las tonterías comunes en la vida compartida.

Si no dejo los recuerdos al alcance no es que los arrumbara algún día ni que tu imagen sólo quede en la réplica incompleta y fallida desvanecida por el tiempo. Me acogotan los recuerdos vívidos, re-escucho tus sonidos en la casa y los reclamos de los pleitos fingidos, la apagada alegría de los encuentros y los juegos que llenaran la cotidiano y que ahora son llagas sin remedio, que expresar tu nombre es perturbadora realidad sin tu presencia.

Que no te mencione no es evidencia de omisión, de indiferencia, es hervor interno que no brotará porque mostrarla causaría mayor dolor y nada soluciona, porque hoy debo aceptar que tu ausencia es definitiva y que lo yacente en el recuerdo es más anhelo y vaciedad que realidad.

Y aparece la negación, reina el enojo y no hay consuelo; no lo busco y en el rechazo son palabras de quien nada entiende de este alejamiento forzado, del distanciamiento impuesto, de una abandono no esperado.

Si no menciono tu nombre ni pongo en palabras los detalles compartidos no significa olvido, es que el hervor de la ira entorpece cualquier muestra de coherencia y la mirada queda prendida de las cosas que te maravillaban, de aquello que sin estruendo era nuestro.

—oo—

Llegan la noche y otras lluvias, sale el sol que oculta a Venus y los días cálidos y los ventosos son lo mismo y nada, porque lo cotidiano transcurre sin tu vida y dormir es sólo la oquedad del raciocinio. Si no menciono tu nombre no significa olvido, es que no quiero ahogarme por tu ausencia.

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