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Desarrolla mexicana cosechador de energía

Los cosechadores de energía que desarrollan en el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav) unidad Monterrey son dispositivos ecológicos que permitirán capturar y aprovechar toda la energía eólica, térmica y lumínica de forma eficiente.

Debido a que la energía se encuentra en pequeñas cantidades por todas partes, ya sea en forma de energía solar, en el viento, cuerpo humano, mecánica, entre otras fuentes, y no alcanza a ser utilizada al no proveer la potencia suficiente, investigadores mexicanos decidieron crear un cosechador de energía y así darle algún uso específico.

Al respecto, la directora del Cimav Monterrey, Liliana Licea Jiménez, trabaja en el proceso de captura de cantidades minúsculas de energía y que el consumo de electricidad sea más eficiente. “En el Cimav estamos trabajando en el desarrollo de un cosechador con el que buscamos captar toda la energía que hay en el aire y que no es usada, para tener un mejor aprovechamiento”, explicó.

Cosechador_de_energia

En colaboración con el Centro Mexicano de Innovación en Energía Solar (Cemie-Sol), la directora del Cimav en Monterrey busca llevar al mercado su proyecto. “Cosechar energía se refiere a que hay mucha energía disponible que no se usa, ya sea a través de la radiación de la computadora, del celular, lámparas de luz y hasta la que tenemos en la temperatura del cuerpo humano; básicamente nuestro proyecto consiste en captarla para alimentar sistemas autónomos”, dijo.

El cosechamiento energético es el proceso por el cual la energía que hay en el ambiente es capturada y, si así se requiere, puede ser también almacenada para energizar pequeños dispositivos autónomos. Dentro de estas tecnologías se incluyen la fotovoltaica, termovoltaica, piezoeléctrica y electrodinámica, entre otras opciones, las cuales son actualmente utilizadas en diversas aplicaciones.

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El cosechamiento es una tecnología clave para permitir crear dispositivos electrónicos de baja potencia, perpetuos y libres de mantenimiento como son los sensores inalámbricos. Añadió que “por medio de la captura de la energía de desperdicio que se encuentra presente en el medio ambiente de fuentes disponibles como iluminación, diferenciales de temperatura, vibraciones y ondas de radio, podrán ser reutilizadas para operar dispositivos electrónicos de bajas potencias, es decir, el aparato cosechador estará almacenando todo la energía ambiental y alimentará otros dispositivos por medio de sensores inalámbricos y termoeléctricos”.

El dispositivo está compuesto por materiales nanoestructurados desarrollados en los laboratorios del Cimav Monterrey para su aplicación en los dispositivos cosechadores de energía, incluyendo fotovoltaica, radiofrecuencia y termoeléctrica.

Si bien aún no tienen el mercado para comercializar los dispositivos de cosechadores de energía, el Cimav junto con la doctora Licea Jiménez esperan llegar pronto a un usuario final. Al respecto, indicó que “estamos en busca de que el dispositivo tenga un fin muy dirigido para emplear el material óptimo de recubrimiento, debido a que aún no tenemos el mercado para comercializarse”. 

La cosecha de energía de fuentes naturales podrá implementarse en aplicaciones remotas, sensores de todo tipo, dispositivos médicos y para alimentar equipo electrónico o de cómputo, prácticamente podrá tener múltiples usos. El modelo puede aplicar en la parte de medicina para dispositivos de marcapasos, ya que los aparatos del corazón no se pueden mantener cargando todo el tiempo con una batería.

Podría ser utilizado para alimentar de manera perpetua, por ejemplo, un marcapasos; sin duda son una alternativa atractiva, comparándola con los inconvenientes contactos eléctricos o con baterías muy costosas”, explicó. 

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