Campus

Con el Fogón a Punto

¡LA CHULETA ESTA BIEN CARA!

Creatividad ante la crisis…

No es necesario que un político nos diga que el país está en crisis o que se encuentra si no es que ya, por lo menos al borde de la recesión.

La crisis se vive y se siente, los incrementos a la canasta básica son cada vez más significativos al bolsillo, el precio de la carne de cerdo, la res y el pollo han aumentado significativamente.

De diciembre del 2013, que podemos considerar que los precios se disparan por la fiebre de las festividades podía adquirir la carne de cerdo entre los 69 y 75 pesos por kilo cuando muy caro, en estos momentos la carne de cerdo la he comprado entre los 85 y 90 pesos el kilo; mi proveedor por primera vez compartió su angustia sobre las disminución en sus ventas y los súbitos incrementos en el mercado de cárnicos.

Ya han sido cuatro meses de números rojos en mi propia cafetería. Mucha tristeza me dio enterarme de que una gran amiga repostera y panadera dio por terminado su proyecto de micronegocio luego de sus principales compradores habían reducido hasta en un 80% sus consumos habituales. Desde un inicio, ella incursionó en la venta de pan gourmet en las llamada tienditas de la esquina y poco a poco fue perfilándose como proveedora principalmente de cafeterías y restaurantes. Primero los restaurantes dejaron de comprarle por no poderles facturar el producto, ella siendo una reciente emprendedora analizó que le resultaba inviable manejarse por la vía formal y optó por no empadronarse al “RFC” por consiguiente determinó avocarse a las cafeterías de menor tamaño, en breve para junio de este año más de la mitad de dichas cafeterías habían tenido que cerrar por su incapacidad de mantener sus negocios a flote y tristemente fue observando como el resto de sus clientes le iban pidiendo cada vez menos producto, le exigían mantener los mismos precios mientras ella tenía que contener los embates del aumento de sus materias primas que curiosamente subían por la inflación y porque además en su mayoría dichas materias primas como el harina, el chocolate o el azúcar también subían debido al gravamen impuesto por Hacienda.

El dilema del gremio, un punto que cada uno de nosotros meditamos en un albur de lo que pueda resultar: ¿Bajar la calidad de nuestros productos en un afán de conservar los precios o mantener la calidad pero subir los precios de la carta?, en cualquiera de los casos la respuesta puede repercutir de forma dramática. El bajar la calidad genera decepción en los clientes habituados a un producto por sus características y propiedades organolépticas. El subir los precios manteniendo la calidad de igual manera aleja a los clientes no por decepción si no por su incapacidad de visitar el negocio con la misma frecuencia a lo que su sueldo le permitía. ¿Y que si inevitablemente se tiene que echar mano de las dos?, bajar calidad, sustituyendo materia prima que de alguna manera no afecte tanto las propiedades organolépticas del producto y subir los precios que nos permitan paliar la fastidiosa inflación.

A mí se me hace que ese Pepe y Toño (http://www.pepeytono.com.mx/) son sólo unos embaucadores; campaña realizada por el Consejo de la Comunicación que sólo refleja cifras demasiado positivas sin realmente hacer frente a los datos duros de nuestra realidad el 75% de las empresas fracasan a los dos años de su fundación y el 80% no supera los 5 años. ¿Quiénes de verdad se benefician de la incitación a las personas a emprender?, ¿cuánto tiempo le tardara al gobierno mirar hacia el descalabro de su estilo de gobernar que están orillando a más y más personas hacia la informalidad?

Pero lo triste es que muchos negocios de la industria restaurantera ya no estarán para cuando lleguen los anhelados cambios.

Por favor, un minuto de silencio por los cientos de restaurantes, cafeterías, bares, fondas, entre otros que han de cerrar para siempre. Mientras usted lee estas líneas.

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