El vidrio es un material que podría ser la solución para ya no consumir electricidad, pero ésta podría ser factible en las ciudades, ya que en zonas rurales sería algo imposible y para estas viviendas resulta especialmente adecuado el “invento” poner botellas de plástico rellenas de agua atravesando el techo.
El material es baratísimo y el funcionamiento muy ingenioso. El índice de refracción del agua y la forma de la botella canalizan rayos del exterior hacia el interior. El agua actúa de guía de ondas y en el interior el efecto es equivalente al de una bombilla, emitiendo en todas direcciones. Resulta mucho más eficiente poner un vidrio para tapar el mismo agujero, ya que la parte exterior de la botella capta luz en toda su superficie y procedente de todas las direcciones. Eso sí, de noche no funcionan, aunque se podrían utilizar otras variantes. En Filipinas pretenden utilizarlas.
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