Campus

Analizan realidades del sexting

La Psicóloga Gloria Fernández Sosa, de la Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM), detalló que comunicarnos a través de mensajes instantáneos en el teléfono móvil es lo más rápido y común en la actualidad.

Pero desde hace varios años, la comunicación ha presentado diversos cambios, sino que se está en una época en la que a cada uso tecnológico se le puede atribuir un fenómeno social, en este caso, el sexting, un fenómeno muy controvertido pero que al ser sumamente utilizado merece su propio señalamiento.

En este neologismo se hace una conjunción de las palabras “sexo” y “textear”, lo cual significa que es una práctica en la que las personas envían mensajes con alto contenido sexual, ya sea compartiendo fotos íntimas o participando en un intercambio de mensajes sexualmente sugerentes.

Inicialmente, esta situación puede parecer excitante y lo suficientemente segura al hacerse desde un lugar conocido, desde su propia casa y sin necesidad de estar presente para ver la reacción que causa. “En pocas palabras, el sexting puede ofrecer una falsa seguridad, sobre todo para aquellos que no se sienten cómodos estableciendo una comunicación interpersonal directa. Es tan atrayente lo sencillo que es dar click a un botón, sin pensar que en cuestión de segundos podemos enviar algo que ya no tiene posibilidad de ser revertido”, dijo.

Como la gente mayor suele decir, “en los viejos tiempos” si una persona se interesaba en otra, era común cortejarla poco a poco, enviarle cartas, dedicar canciones, y salir en citas (algunos hasta con chaperón). Actualmente los mensajes a través del móvil lo han hecho todo más sencillo, sin tener que ver a la persona de frente, se pueden pasar largas horas de comunicación vía textos.

Una de las mayores ganancias sería evitar la ansiedad que provoca la idea de acercarse a alguien y ser rechazado, más aún si siente atracción por esa persona. Imagine lo fácil que parece la posibilidad de hacer todo esto sin tener que enfrentarse a lo que tanto le preocupa, de ahí cuestionar, el qué tan seguro es enviar fotos íntimas, indica la especialista.

Explicó que primero que nada debe preguntarse si confía en la persona a la que le está compartiendo información privada, ya que desafortunadamente existen casos en los que este tipo de contenido es compartido con otros sin autorización del propietario. Considere que si para usted fue fácil enviar sus fotos, puede ser mucho más fácil para otros compartirlas.

Debe asegurarse también de que la persona con la que está hablando sea quien dice ser, pues muchas veces se deposita la confianza en un desconocido y es cuando más propensos estamos a ser expuestos.

El sexting se puede considerar un fenómeno que afecta a las mujeres, parecería que está empleando una visión reduccionista al tratarse de una práctica en la que ambos sexos pueden estar involucrados y que por ende se someten al mismo riesgo. Aun así, debe señalar que existe la tendencia a devaluar a la mujer que expresa su sexualidad con la misma apertura con la que un hombre lo hace.

“Hemos podido ver que en ocasiones, cuando se filtra contenido sexual sobre una famosa, suele provocar una reacción muy distinta que si de un hombre se tratara. Lo más importante es reconocer el riesgo que representa para todos, pues más allá del género, hay que pensar en el impacto que tiene para cualquier persona que se sienta expuesta a una violación de su intimidad”, resalta Fernández.

También es importante tener en cuenta el motivo que lleva a compartir información personal, ya que hay gente que lo hace por iniciativa propia y otros que lo hacen a petición de alguien más. Esto parecería poco relevante, pero hay que considerar que no es lo mismo hacer algo por el deseo de hacerlo, que el hecho de querer satisfacer la demanda de otro por temor a perder su interés.

Recomendó que si aun así decide llevarlo a cabo, también cabe preguntarse la manera más segura de compartir esta información sin comprometer su propia integridad. Recordando que la expresión de la sexualidad no tiene nada de malo. Algunas personas optan por proteger su identidad al enviar fotos en las que no se puedan reconocer características distintivas de su persona, ya sea el rostro, marcas de nacimiento o cualquier otro rasgo que pudiera revelar algún dato significativo.

A pesar de lo sencillo y excitante que pueda parecer el sexting, no debe tomarlo a la ligera, ya que se está hablando de su intimidad. Aun cuando existen casos desafortunados que se encuentran asociados al mal uso de la información privada, puede aprender de ellos para anticipar cualquier situación desagradable.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.