Vida Sana

Se denuncia que industrias alimenticias provocan obesidad en bebes

 

Los bebés se han convertido en uno de los más grandes negocios en México ya que las empresas se la pasan ofreciéndoles productos que realmente no necesitan y que ponen en riesgo su salud, en donde la industria de sustitutos de la leche y el Estado juegan un papel clave al incumplir las regulaciones nacionales e internacionales en materia de publicidad y etiquetado, afirmó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

“Se debe dar la máxima prioridad a la infancia y no a la industria, ya que a través del consumo de fórmulas y alimentos industrializados para bebés, se están deformado los hábitos de alimentación y gustos en los niños. Las técnicas de publicidad y los etiquetados engañosos que utiliza la industria para inducir el consumo de sus productos son generalmente desleales y poco éticas. Es necesaria una regulación a la publicidad y el etiquetado de los alimentos y bebidas que se dirigen a infantes y niños mayores”, añadió Calvillo.

Entre los problemas denunciados está que el abandono de la lactancia y el uso de sustitutos de la leche materna no sólo han sido causa de malnutrición, infecciones y enfermedades diarreicas sino también se han asociado a la gran pandemia de sobrepeso y obesidad que se sufre en el mundo.

Estudios epidemiológicos demuestran que los incrementos en sobrepeso y obesidad se observan desde edades muy tempranas como de Cero a 6 meses de edad. “Esto demuestra que gran parte del problema es por causas ajenas a los hábitos de alimentación, por decisión individual o sedentarismo”, señaló Cabada.

El Poder del Consumidor analizó las etiquetas de 9 fórmulas para lactantes y su publicidad, encontrando que el porcentaje de azúcar fue del 28% al 54%, en promedio de 41%. Estos datos contrastan con lo establecido en la NOM 043 de orientación alimentaria que recomienda no añadir ni azúcar ni sodio a los alimentos proporcionados a los lactantes. Con relación a  los “cereales”, estos son elaborados con “harinas refinadas” y ninguno cumplió con el mínimo de fibra acorde a la norma oficial.

El Estado mexicano debe obligar a la industria de sustitutos de la leche materna a cumplir con el Código Internacional para los Sucedáneos de la Leche Materna el cual prohíbe la publicidad de estos productos y su promoción en hospitales por parte del personal médico, salvo en caso de extremos. Además, dijo Cabada, es necesario que se establezca un sistema de monitoreo y evaluación del cumplimiento del código y que ante la violación de las normatividades existentes haya sanciones fuertes.

Ante esta realidad, el Poder del Consumidor demandó que el Estado mexicano cumpla con el Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de leche materna; que el Estado mexicano atienda las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para “proteger a los niños” de la publicidad de alimentos y bebidas; que el Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria sea incorporado al Plan Nacional de Desarrollo con el fin de que reciba recursos para cumplir con sus objetivos y que la Secretaría de Salud atienda las recomendaciones de las “recomendaciones para una política de Estado” frente a la obesidad, presentadas por la UNAM,  Academia Nacional de Medicina, el Instituto Nacional de Salud Pública y el Instituto Nacional de la Nutrición.

 

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