Sustentabilidad

Urbe y Campo

José Manuel López Castro
Luis E. Velasco Yépez

CAMPO Y DESARROLLO
Ciertamente, el mundo global tiene muchos detractores, pero, de igual forma, ofrece ventajas para la población que, al menos, puede recurrir a la importación de productos básicos y no esenciales para mejorar su estado de vida, algo que siglos antes no era posible o no se hacía con la facilidad de ahora. Resulta que la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) negocia con Malasia la exportación de productos agrícolas mexicanos. Malasia es un pequeño país asiático, ubicado en el sureste de este Continente. Su extensión es de 329 mil 847, equivalente a casi 1.4 veces la del Estado de Chihuahua, y una población de 27 millones de habitantes, menos del total que habita el Valle de México. Tiene poco tiempo como nación independiente (1957), pero entre 1980 y 1990 registró un fuerte crecimiento económico que la llevaron a considerarla como nación industrializada. Se ubica cerca del Ecuador y, por lo mismo, tiene un clima tropical. Es uno de los 17 países megadiversos. Los productos agrícolas mexicanos que actualmente se pueden exportar a esta nación asiática son semilla de chía, ajonjolí, café, agave, yute y tabaco y están en proceso avanzado de autorización fibra de algodón y garbanzo, a los que se sumarían uva de mesa, pimiento, zarzamora, frambuesa, aguacate, limón persa, mango y chile. El crecimiento económico malayo se basa en sus exportaciones de estaño, caucho y aceite de palma. Lo anterior confirma, una vez más, el visionario legado de Marshall McLuhan, quien en su libro “La aldea global”, previó el futuro de la humanidad como algo similar a una aldea donde cada quien tiene una actividad que desarrollar y que da la complementación social, muy lejos de las aspiraciones políticas del pasado reciente con la autonomía alimentaria. Ahora el reto es de gobiernos y organismos internacionales para repartir con justicia esos bienes comunes y evitar las hambrunas.

SOBREVIVIRÁ PASEO DE LA REFORMA A GOBERNANTES PERREDISTAS DESTRUCTIVOS
En su ansia desbocada por destruir vialidades rápidas de la ciudad México -hechas en su mayoría por Carlos Hank González, cuando fue regente-, con la finalidad de reducir considerablemente el número de automóviles, al jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, se le queman las habas por hacer su corredor de metrobús, nada menos que en el emblemático Paseo de la Reforma, cuya existencia se debe al II Imperio Mexicano. Con el triunfo del Benemérito de las Américas pasó a llamarse Paseo Degollado. Llamado así en honor a Santos Degollado. Pero cuando gobernó Sebastián Lerdo de Tejada, le cambió el nombre a Paseo de la Reforma en honor a la Guerra y Leyes de la Reforma. Para el corredor del Metrobús Paseo de la Reforma se anunció que se sustituirán los 150 autobuses de tecnología caduca que puso Marcelo Ebrard por 85 híbridos, eléctricos a diesel, de doble piso y con especificación ambiental muy exigente. Según el GDF, quiere mejorar el transporte público con 150 millones de dólares que gestionó ante el Banco Mundial, lo que definitivamente no servirá de mucho.

VIENEN MACROSEQUÍAS
Para celebrar el Día Mundial del Agua (22 de marzo), científicos del Instituto Goddard para Estudios del Espacio en la NASA, nos dicen que la sequía que padece California (primera economía de Estados Unidos y quinta mundial) desde hace 4 años, así como la de Colorado, Arizona, Texas, Nuevo México y Nevada, entre otras entidades, es producto del Cambio Climático global. También vaticina que si no se hace nada por disminuir considerablemente la emisión de gases de efecto invernadero lo antes posible, las sequías continuarán. Y es más, se transformarán en macrosequías hasta de 35 años o más. Así que es tiempo de trabajar en el combate del Cambio Climático o, de l0 contrario, todo el suroeste y planicie central del Estados Unidos se verán devastadas por las macrosequías. Por lo que toca a México, de acuerdo con una proyección del Consejo Nacional de Población, la disponibilidad del agua disminuirá en 12 por ciento para el 2020. Además, para que el festejo tenga mucho sabor, los diputados federales insisten en privatizar el agua para perjudicar más a los mexicanos, pueblo que no protesta por nada, porque las que se hacen actualmente son organizadas por gobernantes, grillos y partidos políticos que defienden únicamente sus intereses.

OTRO FESTEJO FALLIDO
Previo al festejo del Día Internacional del Árbol (21 de marzo) un equipo internacional de 100 investigadores, encabezados por Roel Brienen, de la Facultad de Geografía de la Universidad de Leeds, Reino Unido, acaba de publicar un estudio de campo de más de 30 años en el que afirman que desde la década de los 90’s, la Amazonia perdió su gran capacidad de absorción de dióxido de carbono de la atmósfera, por lo que calculan que 2 mil millones de toneladas al año, ya no son devoradas por la superficie arbórea. Otro descubrimiento espeluznante del grupo consiste en que al absorber mayor cantidad de CO2, los árboles crecen más rápido, pero también mueren más jóvenes. De tal suerte que la mortandad arbórea se incrementó en más de un tercio. Pero las malas noticias no terminan ahí y aseguran que la sequía de 2005 sigue matando a millones de árboles. ¿A dónde va el Planeta si los océanos y vegetación ya no pueden absorber mayor cantidad de gases de efecto invernadero?.

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