La vaquita marina es el mamífero marino más pequeño y la especie más amenazada de las 128 que existen en el mundo. Es una especie endémica del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, según los últimos reportes del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), sólo quedaban alrededor de 97 ejemplares.
Por lo cual, la CIRVA y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) iniciaron desde el 26 de septiembre un conteo de la vaquita marina, con el objetivo de realizar un nuevo censo para estimar el tamaño de la población que existe actualmente.
Rafael Pacchiano Alamán, titular de la Semarnat realizó un recorrido en el área de protección a bordo de la embarcación Ocean Starr, la cual cubrirá un área de aproximadamente 100 millas por 50 millas náuticas, abarcando toda el área de distribución de la especie en el norte del Golfo de California.
Resaltó que el presupuesto destinado a la Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina y la Totoaba en el Alto Golfo de California está asegurado y no sufrirá ninguna afectación. Detalló que ésta consiste en la ampliación del polígono del área de refugio; suspensión de actividades de pesca por dos años; programa de compensación a permisionarios, pescadores y cadena productiva relacionada con la pesquería suspendida; y vigilancia comunitaria.
En tanto, Barbara Taylor, representante de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y quien encabeza esta expedición junto con Lorenzo Rojas Bracho, Coordinador de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos del INECC, aseguró que no existe hasta el momento, un esfuerzo a nivel mundial como el que está haciendo México para rescatar una especie y por ello la NOAA ofrece su conocimiento y tecnología para fortalecer los acciones y lograr este objetivo.
Dijo que la expedición abordo del Ocean Starr tendrá una duración de dos meses e incluye dos componentes: un equipo realizará una inspección visual desde el buque usando binoculares de alta potencia, hasta cinco kilómetros de distancia, con los que se podrá detectar a la especie. El otro grupo de especialistas desplegará una red de boyas de detección acústica en aguas con poca profundidad para escuchar los sonidos de ecolocación de la marsopa, en donde se emplearán 150 hidrófonos, 120 más de los que se ocuparon en el monitoreo del 2008.
Cabe mencionar que el funcionario federal anunció que durante el recorrido hubo dos avistamientos de vaquita marina, en los que tuvo la oportunidad de observar tres ejemplares, un macho, una hembra y uno más del cual no se pudo descifrar su sexo.
Por su parte, Greenpeace México reconoce los esfuerzos realizados para lograr evitar la extinción de la vaquita marina, de la cual quedan alrededor de 57 ejemplares y saluda la expedición iniciada el pasado 26 de septiembre para poder determinar la población de vaquitas y tener más certeza sobre el estado de vulnerabilidad de la marsopa.
Sin embargo, se necesita un esfuerzo mucho mayor para detener la captura ilegal de totoaba, cuya alta demanda y precios en el mercado asiático y parte del mexicano provocan un daño colateral a la población del cetáceo más pequeño del mundo, el cual se encuentra al borde de la extinción.
Asimismo, el organismo ambientalista reconoce el esfuerzo de los pescadores legales de las comunidades en Baja California y Sonora, quiénes de forma histórica aceptaron suspender las actividades de pesca por dos años, formando parte del programa de compensación a permisionarios y cadena productiva ligada a la pesca.
Greenpeace exhorta también al gobierno chino, país que ha fungido como puerta de entrada de la veijiga de totoaba en el continente asiático, a endurecer las medidas y sanciones para detener el tráfico ilegal de especies que atenta contra la vida del cetáceo mexicano.
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