Sustentabilidad

Nuevas investigaciones confirman urgencia de prohibir el fracking

“A cada nuevo estudio divulgado, el fracking se revela más mortal y devastador y nos asegura que no queremos correr riesgos”, indicó Nicole Figueiredo de Oliveira, directora de la organización ambientalista internacional 350.org Brasil y América Latina.

Nicole presentó un panorama de las pesquisas internacionales sobre los impactos del fractura hidráulica y cómo cada día crece la oposición en todo el mundo a esta tecnología altamente contaminante. “En función de estas investigaciones, muchos países, estados, provincias y municipios ya han prohibido la técnica. Incluso en Estados Unidos, los estados de Nueva York, Maryland y muchos otros están debatiendo la prohibición”, dijo.

El fracking es un método no convencional utilizado para explorar el gas de esquisto (shale gas) contenido en el subsuelo en grandes profundidades. Para romper la roca se necesitan cerca de 35 millones de litros de agua, mezclados con arena y un cóctel con más de 700 sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas e incluso radiactivas.

Los estudios recientes demuestran los riesgos de contaminación del agua, del suelo y del aire. “Ya están disponibles estudios de instituciones internacionales, muchas americanas, que relacionan el fracking a enfermedades degenerativas, pulmonares, reproductivas y varios tipos de cáncer. Los más impactados son los niños y los ancianos”, destacó.

La directora recordó además que las emisiones fugitivas de los gases de efecto invernadero resultantes del fracking están contribuyendo al calentamiento global e intensificando el cambio climático. “Una investigación reciente desmintió a la industria al demostrar que las emisiones son mucho mayores que las previstas. En caso de que ocurra el fraccionamiento en Brasil, el país pasará de 5º al 3º mayor emisor de esos gases”, agregó.

Por su parte, el geólogo y profesor de la Universidad Federal de Santa Catarina, En Brasil, Luiz Fernando Scheibe, detalló en su conferencia la relación de la explotación del gas de esquisto por fractura hidráulica y la contaminación de las aguas.

“Si miramos las regiones de Brasil que tuvieron los bloques vendidos para la explotación del gas vemos que coinciden con nuestros principales acuíferos. En el Sur, el uso de esta tecnología afectará directamente a los acuíferos Guaraní y Serra Geral”, subrayó Scheibe.

El acuífero Guaraní es una reserva subterránea de agua dulce, ubicada en la región sur de América del Sur, en partes del territorio de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. La reserva ocupa una extensión de tierra de aproximadamente 1,2 millones de kilómetros cuadrados. Para tener una idea del tamaño, el tiene capacidad para abastecer, de forma sostenible, cerca de 400 millones de habitantes, con 43 billones de metros cúbicos de agua dulce al año.

Si hay fracking, toda la producción agrícola y la vida de las personas en esas regiones estará comprometida. “Las ciudades necesitan saber que habrá contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, y barrar esa técnica”, enfatizó Scheibe.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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