Sustentabilidad

Narran varios hitos históricos de la gestión del agua en México

El 03 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide, entró ala Ciudad de México y proclamó la independencia del país. Desde entonces se suscitarondistintos cambios políticos y económicos que han tenido repercusiones importantes en lagestión de los recursos naturales; siendo el agua un factor esencial en estos cambios.

Desde la segunda mitad del siglo XVII, el crecimiento de la población y la expansiónde las haciendas propiciaron conflictos por el agua, dada su escasez ante la crecientedemanda.

Desde la independencia en 1821, los estadounidenses ya mostraban intenciones de adquirirTexas, habían anexado los territorios de Florida —que pertenecían a España— y la nacienterepública, débil, enfermiza y falta de unidad, les ofrecía esta oportunidad.

Desde tiempos de la Colonia, el poder central había otorgado la facultad a las autoridadeslocales de administrar los usos del agua. La fragmentación política que siguió a la independenciay la ausencia de reglas homogéneas para su gestión, propiciaron que las concesionesfueran otorgadas lo mismo por ayuntamientos que por las autoridades estatales o federal, perolos arreglos de su administración no rebasaban el ámbito local.

Para 1880 se suscitaron conflictos de creciente importancia por el uso del agua, sobre todo porel auge de la producción de algodón en la región de la Laguna. Esto requirió de una mayorinjerencia por parte del gobierno federal que el 5 de junio de 1888 promulgó la Ley de víasgenerales de Comunicación, que inició efectivamente la era de la centralización de la gestióndel agua.

Esta ley estableció un control regulatorio de las aguas superficiales. Desde entonces cualquiermasa de agua que fuera navegable o que constituyera una frontera internacional o estatal,podría convertirse en parte de una concesión de agua sujeta a la regulación federal, y correspondíatambién a la federación, su vigilancia.

Dada la naturaleza lacustre del Valle de México, desde la época prehispánica se realizaronobras para contener o modificar el cauce natural del agua en la cuenca—la más importante fueel albarradón de Nezahualcóyotl (1449)—. Desde la primera década del siglo XIX el virrey JoséJoaquín Vicente de Iturrigaray y Aróstegui impulsaba la construcción de un canal que empezaríaen el lago de Texcoco y atravesaría las montañas de Las Cruces, Ecatepec y Chiconautla hastaencontrarse con el canal de Huehuetoca. No obstante durante la guerra deindependencia sedesviaron recursos y se abandonaron estas obras.

En 1866 comenzó formalmente la construccióndel Gran Canal del desagüé, proyectado por Francisco de Garay, quien ya había sido nombradopor el emperador Maximiliano de Habsburgo como “Director exclusivo y responsable e inspectorde todos los trabajos en relación con la cuestión de las aguas en el Valle de México”.

La construcción se interrumpió por la Guerra de Reforma y se retomó hasta 1885, bajo el mandatodel presidente Porfirio Díaz, quien inauguró el Gran Canal el 17 de marzo de 1900. Esteproyecto consistió en un canal de 47.5 kilómetros que iniciaba al oriente de la ciudad y concluíacerca del pueblo de Zumpango, donde iniciaba un túnel de 10.2 kilómetros hacia Tequixquiac,al final del cual había un tajo de 2.5 kilómetros que se unía con el río Tequixquiac.

Esta obra fue determinante para la expansión urbana, al desalojar el lago de Texcoco, la ciudadse extendió considerablemente, creándose las colonias Roma, Condesa, Obrera, Doctores yCuauhtémoc, entre otras.

El 3 de diciembre de 1905 se efectuó la primera prueba de la planta Necaxa, en Puebla y el 6 entró enoperación generando y conduciendo electricidad a la Ciudad de México y a la industria minera,mediante líneas de transmisión de 60 kilovoltios —las más largas del mundo en aquellos días—.

Entre 1906 y 1913 en la zona centro del país, el suministro de energía paso de 46 mil 655 alos 163 mil 581 caballos de fuerza. Puebla ocupó el primer lugar en relación a la capacidadtécnica instalada en el sector eléctrico, así como en lo concerniente a generación y distribuciónde energía, y conservaría este rango por cuatro decenios más.

Antes de 1926, las comunidades o labores —extensiones de tierra de riego alrededor de las quese organizaba la actividad agrícola— se organizaban alrededor de obras hidráulicas completas,compuestas por la toma o presa de derivación, los canales de conducción y distribución, ycontaban con su propio reglamento, que a veces se imprimía. No obstante cada agricultor de lalabor era dueño de su parcela y tenía el dominio total sobre ella; la propiedad privada regía laorganización económica de las familias y permeaba una ideología de claro sesgo liberal.

En 1951, el Trasvase Lerma-México fue creado por el acelerado proceso de urbanización e industrialización de la Ciudad de México, además del desagüe, el abastecimiento de agua potable se convirtió en uno de los problemas más importantes. A fin de solucionarlo, el gobierno federal solicitó la elaboración de este proyecto desde principios de siglo, y en 1937 todos los proyectos se enfocaban en la mejor manera de explotarlas aguas del río Lerma. Estos son algunos de los hechos que se pueden considerar base de la configuración histórica de la gestión del agua en México.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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