Sustentabilidad

Mantienen restauración de Isla Guadalupe

Con la intención de fortalecer la investigación en ecología y conservación que favorezca la restauración integral del ecosistema original en la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe, en Baja California Sur, indicó el director general del el Grupo de Ecología y Conservación de Islas A. C. (GECI), Alfonso Aguirre Muñoz, se tendrá el apoyo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), con respaldo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), para así mantener en pie “un proyecto ambicioso, orientado a restaurar más de 600 hectáreas con vegetación nativa y, en buena medida, endémica. Lo que da continuidad a los trabajos de restauración que por más de 10 años hemos realizado en Isla Guadalupe”.

Aseguró que han implementado diversas técnicas de erradicación de fauna introducida, como son chivas, gatos y perros. Lo que trajo como resultado que en 2006 erradicaran más de 10 mil 544 cabras ferales o asilvestradas, gracias al empleo de telemetría avanzada, sistemas de información geográfica, uso de cabras Judas y centinelas, helicópteros, trampeo y cacería tradicional. Ausencia que confirmaron gracias al empleo de nuevos modelos de estadística no paramétrica en los que GECI ha contribuido en su desarrollo.

Detalló que “hemos estructurado técnicas, durante más de 10 años de investigación, que buscan la propagación de la cobertura vegetal original, lo que ha permitido volver a detectar cinco especies vegetales consideradas extintas. Nuestro énfasis ha sido en técnicas de restauración de especies nativas, como son la palma de abanico, el ciprés, el pino, el encino, el laurel y el enebro”.

De acuerdo con el director del GECI, sus investigaciones y trabajos de conservación abarcan aspectos biológicos y sociales de forma integral. En restauración aplican demografía, monitoreo, inventarios florísticos, asociación de comunidades, ubicación espacial, inventarios de avifauna, estatus poblacional y distribución. En el ámbito social realizan educación ambiental dirigida a los habitantes de la isla y público de las poblaciones próximas al continente.

Cabe mencionar que Isla Guadalupe es habitada de forma permanente por pescadores de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera de Participación Estatal Abuloneros y Langosteros, aproximadamente 100 habitantes, por el destacamento de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) y personal del GECI que tiene una estación biológica en la isla.

Por su parte, la directora del proyecto, Luciana Luna Mendoza, quien ha profundizado su conocimiento de la ecología de Isla Guadalupe, implementando acciones de restauración orientadas a la germinación, establecimiento de plántulas, mejoramiento de suelos, plantación de árboles, cultivo de semillas de matorral, ampliación de la distribución, cobertura y conectividad vegetal.

Actualmente se prepara la construcción del invernadero-vivero. El proyecto tiene como línea base datos arqueológicos de hace 150 años, basados en troncos quemados, huecos de raíces, deducción por altitud y otros factores; además de fotografías antiguas y videos que fueron tomados con el avión suizo Pilatus con piso de cristal y cámara Wild del gobierno federal (el entonces Detenal, ahora Inegi) en la década de los setenta, mismo que cartografió con gran definición parte del territorio mexicano.

Isla Guadalupe y sus islotes fue declarada Reserva de la Biosfera por decreto presidencial el 25 de abril de 2005. Según la Conanp, por sus altos niveles de riqueza y endemismo, la isla tiene relevancia a nivel global en términos de biodiversidad. Además de la categoría de Reserva de la Biosfera, se encuentra dentro del catálogo de Regiones Prioritarias Marítimas y es un área de importancia para la conservación de las aves.

Su riqueza insular es muy importante. En números es de 223 especies de flora: 17.5 por ciento endemismos, 62 por ciento nativas y 21 por ciento introducidas; siete aves marinas (una endémica); 12 aves terrestres (ocho endémicas); tres pinnípedos: el elefante marino o foca elefante, el lobo marino de California y el lobo fino de Guadalupe; además de muy alta diversidad en invertebrados, de acuerdo con diversas publicaciones de Reid Moran, Jon Rebman, Steve Junak y colaboradores.

A finales del siglo XVIII la isla fue severamente impactada por la introducción de cabras (Capra hircus) y, más tarde, por gatos, perros y ratones. Las cabras provocaron una grave destrucción del hábitat, lo deterioraron y llevaron al borde de la extinción grupos de flora, fauna y la erosión de los escasos suelos propios de la isla.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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