Sustentabilidad

Investigadores del IPN generan plástico biodegradable

Un plástico biodegradable a base de almidón de papa y arcillas modificadas (nanoarcillas) que se desintegra en aproximadamente seis semanas -a diferencia de los sintéticos que tardan hasta 400 años-, es resultado del trabajo que realizan investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Este nuevo producto que puede utilizarse como empaque para conservar frutas y vegetales frescos, se desarrolló en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas con el proyecto que tiene a su cargo la investigadora María del Socorro López Cortéz, quien explicó que al exponerse al sol, oxígeno y humedad del medio ambiente, se desintegra en tres meses porque está hecho con películas que utilizan materiales naturales como los polímeros provenientes de compuestos orgánicos.

En Estados Unidos y otros países hay investigadores que trabajan en la elaboración de este tipo de películas plásticas, pero únicamente usan arcillas naturales y orgánicas, en tanto que en el IPN se prepara la fórmula con arcillas inorgánicas y orgánicas a la vez, que es lo que permite tener un mejor resultado.
Obtener las películas plásticas requirió de un proceso complicado, ya que se realizaron múltiples pruebas con el propósito de estandarizar las formulaciones adecuadas. Hasta ahora se han utilizado cuatro tipos de nanoarcillas que permitieron obtener películas plásticas con diferente dureza y grosor.

Igual que cualquier tipo de plástico sintético, el plástico biodegradable generado en el Politécnico, deben cumplir con ciertas normas de calidad, por lo que se trabaja en el mejoramiento de sus propiedades mecánicas y de barrera, además de someterlas a diferentes pruebas para garantizar su calidad, resistencia, elasticidad y permeabilidad.

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