Opinión

Vive en pavor la CDMX a causa del temblor

POR: Luis E. VELASCO YÉPEZ

Millones de personas volvieron a ser presas del temor, miedo, pánico, pavor y terror, entre otros adjetivos, tras experimentar el violento terremoto que sacudió a la ciudad de México, este 19 de septiembre de 2017. De inmediato le vino a la memoria el sismo de 1985. Loas millones de jóvenes que no experimentaron lo sucedido hace 32 años, ya registraron lo que se siente.

         Apenas habían transcurrido dos horas, 14 minutos y 40 segundos de iniciado el simulacro de desalojo de oficinas públicas y privadas para conmemorar el 32 aniversario del sismo de 8.1 grados Richter del 19 de septiembre de 1985, cuando se hizo presente un fortísimo temblor de 7.1 grados Richter con epicentro a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos. A 57 kilómetros de profundidad.

La alarma sísmica apenas si sonó, cuando se sintió el primer jalón violento. Era el inicio de un violentísimo terremoto. No hubo tiempo para nada mas que para correr y tratar de ponerse a salvo entre gritos, llanto y desmayos. El miedo fue en aumento hasta convertirse en terror, pues el terremoto cada vez era más largo y violento.

En lo personal, sentí más fuerte el terremoto de 7.1 grados Richter de 2017 que del 8.1 de 1985. Lo que sin duda alguna podría resultar inexplicable para muchos que nos son especialistas en la materia.

Sin embargo, para la gente del Instituto de Geofísica de la UNAM, la cosa es muy simple. Ahora se sintió más fuerte por la sencilla razón de que el epicentro se localizó a 120 kilómetros de distancia de la ciudad de México.

Aclararon que del 1985 se registró a 400 kilómetros y del pasado de 7 de septiembre a 700 kilómetros. Entonces, eso quiere decir que el terremoto del pasado 19 de septiembre se sintió 3.3333 y 5.8333 veces más fuerte.

Por otra parte, cabe destacar que el hecho de que la alarma sísmica sonara casi al mismo tiempo que el inicio del sismo, realmente fue un milagro. Un milagro porque no tenía que sonar, dado que se tienen alarmas para las costas de Guerrero y Michoacán, Para Chiapas y Oaxaca, no para Puebla y Morelos.

Parece que era un potro cerrero, muy brioso y con enjundia. Se sacudía y reparaba violentamente, por eso los capitalinos recordaron el sismo de 1985 y los jóvenes ya tienen una referencia de lo que es un violento terremoto.

De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, hasta las 5 horas del 20 de septiembre, se habían registrado únicamente 23 réplicas del sismo del día anterior.

Muchos se jactaron declarando “México está de pie”. Pero no era así, Miles o millones de personas tuvieron que volver a sus casas a pie porque no había transporte público. Además, muchas zonas estaban paralizadas porque la capital mexicana parecía un gran estacionamiento público.

Además, inmediatamente después del sismo, la sociedad civil tuvo a bien iniciar las labores de rescate de personas sepultadas en vida por diversos edificios derrumbados. Fue muy significativo cuando rescataron a la primera persona, una mujer. Y la segunda, otra mujer.

Pasaron tres o cuatro horas en que la gente de Mancera Espinosa, así como del gobierno federal, para que se hicieran presente y tomaran las riendas de las acciones de rescate.

Esta situación fue muy notoria, tanto que el veterano periodista de origen ibérico, López-Dóriga, en el canal de las Estrellas, comenzó a menospreciar la labor de la sociedad civil y a criticar al gobierno de Mancera Espinosa y del Presidente Enrique Peña Nieto por la tardanza para tomar control de las labores de rescate.

VÍCTIMAS MORTALES

De acuerdo con lo declarado con Luis Felipe Puente, director de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Segob, a la 1:57 horas del 20 de septiembre, 248 muertos a causa del terremoto del día anterior. De esa cifra, 117 correspondieron a la ciudad de México, 72 a Morelos, 43 a Puebla. Así se publicó en el extranjero.

         En este juego de cifras, para las 8 de la mañana, el jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa decía que en el número de muertos era de 91, mientras que Luis Felipe Puente indicaba que eran 94. Más tarde, el gobernante capitalino reconoció 93 decesos. El gobernador de Morelos, Graco Ramírez declaraba 69 muertos y Puente 71.

         Mancera Espinosa también indicó que en las labores de rescate participaban 50,000 personas del gobierno de la CDMX y del Plan MX del gobierno federal.

         Qué en total se tuvieron 39 edificaciones colapsadas y tres incendios. También apuntó que existen entre 500 y 600 edificios dañados, pero que se desconocía hasta entonces si eran o no graves.

         Asimismo, Ramírez apuntó que había 196 personas lesionadas que se encontraban hospitalizadas y 25 más, desaparecidas. Además, de 10,000 viviendas y edificios dañados.

         Por la tarde, Miguel Ángel Osorio Chong, comentó que la situación en Jojutla, Morelos, era terrible. Tanto como en Chiapas y Oaxaca, donde se encuentran laborando 24,000 efectivos de Marina, Ejército y Policía Federal.

Por su parte, el gobierno de Puebla, José Antonio Gali Fayad, reportó 43 decesos y 105 hospitalizados, muchas edificaciones dañadas. Lo que más destaca es el templo de los Remedios que se encuentra sobre la Gran Pirámide de Cholula, toda vez que perdió sus dos torreones.

El sismo también se sintió en Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo, Guerrero, Querétaro y Guanajuato.

EMERGENCIA EXTRAORDINARIA

La Secretaría de Gobernación declara Emergencia Extraordinaria para la Ciudad de México (sus 16 delegaciones), así como para para 5 municipios de Guerrero, 33 de Morelos y 112 de Puebla, con los cual pueden acceder a los recursos de 3,000 millones de pesos del Fondo de Desastres Naturales.

         El titular de la Segob, Osorio Chong también destacó que, en cuestión de recursos económicos, éstos no tendrán límites para apoyar a la gente afectada por el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Independientemente a lo dicho por el funcionario, hay que decir que el gobierno federal no la tiene fácil, pues tiene que aportar recursos para la recuperación de los destrozos causados por los huracanes y tormentas tropicales que han entrado este año a México, para los daños causados por el sismo del pasado 7 de septiembre y ahora para el terremoto del 19 de septiembre.

 

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