Opinión

Veracruz

El profesor Carlos Hank González, político mexiquense de grata memoria, de indiscutible oficio público, dijo de Veracruz: “el secreto mejor guardado de México”. Se refería al potencial económico de la entidad costera. Agua; recursos agrícolas, pecuarios, forestales (aún le quedan), agroindustriales, pesqueros; industriales, petroleros; culturales, capital humano; ubicación geográfica privilegiada; historia plena de acontecimientos que han contribuido en forma determinante en la formación de nuestra Patria. La expresión del profesor, además, lo recuerdo, estaba llena de afecto.

Sin embargo, algo hace falta para detonar ese vasto potencial y proyectar al estado al lugar de su responsabilidad en el desarrollo de México. En mi memoria está algo que leí, acaso en algún informe, décadas atrás, Veracruz se ubicaba en el quinto lugar en aportación del Producto Interno Bruto del país. Aunque asumo que el PIB no necesariamente es indicador de desarrollo económico, mucho menos social. Pero da idea de la cuantía y el valor de su producción de bienes y servicios.

Veracruz tiene, pero puede aportar más, mucho más, para contribuir al bienestar de México y de los veracruzanos mismos. En charla con Dante Delgado, que bien gobernó al estado como sustituto de un mandatario de excelencia, don Fernando Gutiérrez Barrios, le comentaba que el hato ganadero de la entidad era de 4 millones de cabezas de bovinos. Sólo es ejemplo. Respondió Dante ¿Te parece mucho? Es el más grande del país, dije. Debiera ser de 20 millones, concluyó.

En ocasión de la entrega del libramiento carretero de Coatepec, el presidente Enrique Peña Nieto, informó del cumplimiento de compromisos en materia de infraestructura, unos concluidos, otros en desarrollo, unos más programados: la autopista México-Tuxpan, la Cardel-Poza Rica, la Tuxpan-Tampico, modernización de varios tramos carreteros actualmente en operación; obras ferroviarias; el aeropuerto de Xalapa; obras portuarias, la de Tuxpan y la de Veracruz. La del puerto de Veracruz, de la mayor trascendencia económica para el estado, la región, el país.

El puerto de la cuatro veces heroica ciudad de Veracruz, como bien dijo el gobernador Javier Duarte de Ochoa, la obra más importante en la historia de ese Estado, construida hace 112 años por el Presidente Porfirio Díaz, se amplía a más de tres veces, para convertirse en el puerto más importante de América Latina. El más importante de México.

El paquete de obras, mencionado, será detonador del potencial económico y social de la entidad. Mejorará su contribución al desarrollo de México. Su ubicación estratégica hará de Veracruz un centro logístico de primer orden. Su conectividad a la Costa Este de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial; hacia Europa, por el Atlántico; hacia el Sur, pasando por Panamá; al Pacífico por el corredor Coatzacoalcos-Salina Cruz, que habrá de operarse con efectividad.

Conectividad internacional. Y qué decir de su vinculación con muy importantes centros de producción industrial del país: Veracruz mismo, Tamaulipas, Valle de México, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Morelos.

Por todo ello, me atrevo a sugerir una proposición: Veracruz, estado, a México, lo que California a Estados Unidos; Veracruz, puerto, lo que Singapur al mundo. ¿Un sueño? Si, un sueño.

Acerca de Hector Villar Barranca

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