Opinión

Pico de Pollo

Antes de que se cumplieran cinco minutos del encuentro entre México y EU, el marcador ya favorecía a los gabachos, de tal suerte que este alado decidió mejor llegarle a otras actividades que estar sólo pegado al televisor para ver qué pasaba con los aztecas, más aún que falta un último jalón para brincar este sexto cuatrimestre.
Quien no lo recuerde, este alado desde hace un buen rato regresó a las actividades escolares y combinando la chamba, con el estudio y los caprichos de la Jefa del Estado Mayor de esta columna, la he brincado hasta el momento sin poner en riesgo mi “salú”.
Entonces pasemos a otra cosa, como la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para liberar a 20 de los indígenas que fueron culpados de la matanza ocurrida el 22 de diciembre de 1997 en Acteal, Chiapas. Algo que, me refiero a la determinación, es de suma trascendencia y por cuestiones futboleras podría pasar a ocupar el segundo o tercer sitio en importancia, ni modo así somos los mexicanos, me diría, obviamente un aficionado al fucho.
Sin embargo, lo que si quedará, eso espero, será el mensaje que la propia Corte nos manda, con el afán de encontrar culpables y calmar a la raza se fabricaron responsables, o sea que el gris Ernesto Zedillo salió eso sí, una bala para ocultar sus torpezas, bueno sólo algunas. Ya nos dijeron entonces que se pasaron de lanzas nuestras autoridades, pero ¿Y?, o sea, ¿qué va a pasar con los encubridores?.
Ya empataron los dirigidos por Aguirre, pero la verdad es que mejor sigamos en lo nuestro. Decía entonces ¿qué va a pasar con los encubridores, con aquellos que se atrevieron a alterar pruebas, momentos y más con tal de satisfacer una orden?.
Y perdón la insistencia, per cuándo se pensaba que Miguel de la Madrid había sido el Presidente más gris, resulta que nos encontramos con Zedillo el que además de meternos en un brete del tamaño del país con sus ondas de contingencia por la crisis, también nos enseñó que para vernos la cara sólo se necesita una orden.
No imagino lo que sucederá, digo eso de hacer una huelga de hambre VIP, llegarle hasta el Cereso y con un megáfono gritar a los cuatro vientos que está sumamente arrepentido, sí, pero lo otro no, es decir como al salir además del clásico ¡usted perdone!, les podrían regresar la vida que les quitaron.
Con ello me refiero no sólo a aquellos y aquellas que fallecieron producto de las balas, como quiera que sea, reza la conseja nacional, ya se encuentran en mejor vida, me refiero a ¿cómo les regresaran la vida que, antes de ese fatídico tenían, quién les pagará el tiempo que perdieron de vida por estar en la cárcel, el tiempo perdido con sus hijos y sus familiares. Cierro pico.

Mi correo es: oviparo2002@yahoo.com.mx

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