Opinión

Lo cotidiano con clase

Con la intención de acabar con un fabuloso negocio (atraco) de las empresas de telefonía móvil, que afecta a 88 millones de usuarios en todo el país, la fracción panista en la Cámara de Senadores, a través de su representante Ricardo Torres Origel, propone reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones. Las modificaciones se encaminan a crear la obligación, por parte de los concesionarios y permisionarios telefónicos a cobrar tarifas por el tiempo real de sus servicios, incluidos los 17 millones de teléfonos fijos, incluidos desde luego, aquellos con similares esquemas de facturación.

Esta situación es más que relevante, ya que, a juicio del legislador azul el monto económico que podría alcanzar el “redondeo” de las llamadas telefónicas es de 50 pesos mensuales en promedio por usuario, lo que lleva a alcanzar cifras superiores a los 52 mil millones de pesos al año, casi 6 mil millones de dólares pagados por los usuarios a las concesionarias sin que hayan usado efectivamente ese tiempo. Por ello, es necesario modificar el marco legal para coadyuvar al cumplimiento de los objetivos de la Ley Federal de Telecomunicaciones, especialmente a que las tarifas aplicables a los usuarios  correspondan a los servicios efectivamente prestados, precisó el senador Torres  Origel, al puntualizar que las llamadas desde teléfonos fijos y móviles a teléfonos móviles, deberán tener como unidad de medida el segundo.

Qué importante que un representante del pueblo se preocupe por eliminar esta añosa práctica que para miles pasa desapercibida, pero que en realidad está lesionando seriamente la economía de millones de usuarios que por no tener ni para dónde hacerse, religiosamente pagan por un mal servicio. De prosperar la iniciativa de que se determine la tasación en tiempo real por segundo derivará en un beneficio económico tanto para los usuarios como para los operadores, al contribuir al incremento del volumen de tráfico y una mayor transparencia en el cobro de los servicios. Los datos sobre el cobro redondeado de las tarifas corresponden a la Comisión Federal de Competencia, de los que se desprende que si una llamada dura un minuto con 20 segundos, la compañía telefónica cobra por 2 minutos completos, lo contrario sucede cuando se trata de la interconexión por el servicio entre las compañías, algo que es injusto a todas luces. Por ello, se propone adicionar un segundo párrafo al artículo 61 de la citada Ley Federal de Telecomunicaciones, en el entendido de que, subrayó el legislador guanajuatense, no se pretende regular o fijar topes a las tarifas, únicamente que las llamadas realizadas se cobren por segundos y acabar con los pagos excesivos que afectan a los usuarios.

Esto es, dijo, que la Ley prevé que los concesionarios y permisionarios tengan la posibilidad de fijar libremente las tarifas de sus servicios, lo que implica una “libertad tarifaria”, que en un mercado de competencia debe provocar mejores precios para el usuario. Resaltó que como viene operando el sistema de cobro, esta situación pone en desventaja a los usuarios de los servicios de telefonía, ya que el pago resulta inequitativo frente al servicio suministrado por el concesionario. Para ejemplificar y sustentar su iniciativa, que fue turnada a las comisiones de Comunicaciones y Transportes y de Estudios Legislativos, Torres Origel indicó que en países como España, Estados Unidos y varios de América Latina, el cobro de las llamadas en celulares se calcula por segundo.

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