Opinión

Lo cotidiano con clase

En México existen 20 millones de usuario de Internet que día con día se incrementan, sobre todo de jóvenes menores de 18 años, quienes corren el grave riesgo de ser atrapados por las redes de agresores de distinta índole y convertirse en víctimas de trata, acoso sexual, pornografía infantil, violación o secuestro.

Ante este escalofriante panorama, reflejado en las noticias cotidianas de los distintos medios de comunicación, la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional en el Senado de la República, a través de Martha Leticia Sosa Govea presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Educación.

En su propuesta, que adiciona la fracción VII Bis del artículo 17 y los artículos 53 BIS y 53 TER, la senadora blanquiazul precisa: el propósito es que autoridades educativas federales y locales emprendan programas para que los alumnos usen de forma adecuada y segura el Internet, estableciendo en los centros educativos restricciones en el uso y exploración de las tecnologías de la comunicación que evite la comisión de ilícitos contra los usuarios menores de edad.

Además, es necesario que dichas autoridades consideren fomentar la reflexión en el uso y exploración de Internet y de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, siempre “privilegiando el desarrollo a la enseñanza e investigación científica y tecnológica”.

Insistió en la importancia de que la educación que imparta el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios, tendrá que “documentar y difundir el uso seguro de Internet, de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, como auxiliares en la investigación y desarrollo de los contenidos educativos”.

El Internet ha sido susceptible de ser empleado con fines muy distintos a todo lo loable que fue pensado por quienes lo diseñaron, incluyendo aquellas localidades socialmente más apartadas, lamentablemente, enfatizó Sosa Govea, su uso en ocasiones sirve para prácticas delictivas de difícil persecución, como violación a la propiedad intelectual y fraude en sus distintas formas, y sobre todo afectan la dignidad y seguridad personal de un número más creciente de usuarios: la niñez.

Cotidianamente, un mayor número de menores de 18 años ingresan a la red con fines muy diversos y el mayor de los peligros es su creciente acceso a salones de conversación públicos o privados y al empleo, sin precaución, de redes sociales que los ponen en contacto con todo tipo de personas, entre las que se encuentran agresores de diversa índole como la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes mediante el uso de Internet, que ocupa el tercer lugar de los delitos cibernéticos más frecuentes a través de acciones como el ”grooming” o manipulación psicológica para tener control total sobre la víctima en el momento de la situación de abuso.

Reconoció que muchos padres de familia y maestros han restringido por entero a los menores de edad el empleo de Internet, lo que no basta. La iniciativa, turnada a las Comisiones de Educación y de Estudios Legislativos Primera, precisa:
“La solución a las condiciones imperantes en la red mundial de comunicación no es la denegación a su acceso, sino su control exhaustivo a través de medidas de seguridad establecidas en los sitios de Internet, las brindadas por los prestadores de servicios de navegación y los fabricantes de computadoras y telefonía celular con acceso directo”.
La conclusión sería: el control puede ser irrelevante, e incluso inútil, si no se considera la orientación educativa de nuestra niñez en el adecuado uso del Internet, su empleo absolutamente seguro y contar con estrategias vinculadas a la información completa vinculadas con explicitud dentro del marco legal.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.