Opinión

Lo cotidiano con clase

En el corolario  del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana,  hay temas que por su trascendencia,  actualidad y valor informativo, tratándose del rubro cultural y educativo, es importante traer a la palestra el  caso de  la Biblioteca de México “José Vasconcelos”,  una de las más importantes de la ciudad de México y del país.

La Ciudadela,  inmueble emblemático entre dos revoluciones, es hoy destacado centro cultural y de lectura y, desde luego, sede desde su nacimiento de la Biblioteca de México, que estuvo vinculado con un proyecto que originalmente se concibió para la Biblioteca Nacional.

A lo largo de su bicentenaria vida, el edificio de La Ciudadela ha sido asiento de la Real Fábrica de Tabacos; al estallar la Guerra de Independencia y por su estratégica posición, sirvió como cuartel general y cárcel, donde José María Morelos y Pavón pasó sus últimos días antes de ser fusilado en Ecatepec y en 1913 fue escenario de la sangrienta Decena Trágica que derrocó a Francisco I. Madero y tras décadas de ser subutilizado, en 1946 se instaló formalmente la Biblioteca de México.

El 27 de noviembre de 1946, Vasconcelos  tomó posesión como director de la Biblioteca México, dotándola de obras de arte, murales y esculturas como lo había hecho en San Ildefonso y la sede de la Secretaría de Educación Pública cuando fue su titular.

Durante sus 13 años al frente de la biblioteca y hasta su muerte en 1959, el célebre pensador y maestro oxaqueño, la convirtió en una de las mejores del país lugar que ocupa hasta la fecha debido a que cuenta con servicios para todo tipo de lectores, desde niños hasta adultos, amas de casa y profesionistas, así como invidentes.
También en noviembre, pero de 1988, como parte de la culminación del Programa Nacional de Bibliotecas, fue reinaugurada al concluir los trabajos de remodelación y restauración y designado como director el escritor Jaime García Terrés, hasta el año de  1996.

El nuevo Centro Cultural inició actividades con tres salas de exposiciones y un museo de sitio. En 1990, su director funda la revista Biblioteca de México, publicación que difunde escritos raros o desconocidos de grandes autores, acompañados de colaboraciones de poetas, ensayistas y narradores; además de  analizar  temas sustantivos de la tradición literaria bibliográfica, a través de números monográficos dedicados a la historia del libro y las bibliotecas.
Eduardo Lizalde escritor y poeta fue designado director de la Biblioteca México a partir de 1996 y es  encargado de darle continuidad al esfuerzo para hacer de ese espacio un importante centro cultural con salas de exposiciones, foro teatral, auditorio, aula de cursos y talleres.

Puntal de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de Conaculta, adquirió su nombre actual  en el año 2000 por disposición presidencial y brinda atención a más de tres mil usuarios diarios para  consulta, lectura de libros o solicitar cualquier tipo de información, así como servicios culturales complementarios.

De su colección  de carácter general,  integrada por alrededor de 250 mil volúmenes, destaca la Gazeta publicada en 1722; libros raros o particularmente valiosos por su antigüedad, impresión, encuadernación o por haber pertenecido a distintas personalidades  y su libro más antiguo es un incunable europeo encuadernado en papel, titulado Sermones fratris roberti, de 1490.

También existe una colección especial para ciegos y débiles visuales en Braille, una fonoteca y discos compactos, en su mayoría obras literarias; videogramas con títulos en formatos VHS y DVD y mención especial merece la Colección Fondo México, cuya sala se inauguró en octubre de 1995.

Acerca de Pepe Cámara

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