Opinión

Lo cotidiano con clase

Quien lo iba a decir, al cuarto para las doce le llegó la lumbre a los aparejos al presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández a través de Human Rights Watch, al aceptar esta organización que, durante su presidencia se pudo haber hecho mucho más.
Ejemplo de esto, es su actuación en torno a las 27 denuncias sobre violaciones de los derechos humanos cometidas por elementos del Ejército Mexicano, aceptadas por la Secretaría de la Defensa Nacional, pero sobre las cuales no se tiene ninguna información sobre sanciones a los elementos.
Lo anterior, se desprende de las declaraciones del director de Human Rights Watch para América Latina, José Miguel Vivanco, al término de una reunión sostenida con senadores a quienes les hizo algunas recomendaciones concretas para que se termine con lo que “hasta ahora la norma general es, desgraciadamente, la impunidad en el fuero militar por violaciones a los derechos humanos”.
En su charla con los medios de comunicación, el directivo sostuvo que es muy importante la elección de un nuevo ombudsman que cuente con la experiencia, la integridad necesaria, los niveles de independencia y, además, con el prestigio en México para seguir luchando por una causa que es muy noble.
Existe esa oportunidad y es justamente el Senado, agregó, el que tiene la responsabilidad de elegir a la persona que cumpla con ese tipo de requisitos, porque la función de la CNDH es demasiado importante, así como sus recursos humanos y financieros. La designación tiene que ser de alguien que esté a la altura del reto que representa luchar por la defensa de derechos y la expansión de las libertades públicas en México.
¿La gestión de Soberanes fue omisa?, se hicieron grandes logros en muchos ámbitos, pero pudieron haberse logrado mejores resultados; especialmente si la Comisión hubiese dado un mayor seguimiento a sus recomendaciones, es la única manera de persuadir a las autoridades, especialmente cuando se trata del fuero militar que actúa con tan poca transparencia para modificar y corregir sus prácticas.
México está enfrentando una crisis gravísima en materia de seguridad pública; preferimos que el trabajo lo hicieran policías, nos preocupa que el Ejército se conduzca profesionalmente y que cuando se producen violaciones a los derechos humanos, sean debidamente investigadas y sancionadas, reiteró Miguel Vivanco.
En su momento, el presidente del Senado de la República, Carlos Navarrete Ruiz, al inaugurar el Seminario: México ante la Renovación de sus Instituciones: Poder Judicial de la Federación, Comisión Nacional de los Derechos Humanos y Banco de México, dijo que para elegir al presidente de la CNDH, se debe abrir un gran debate público a fin de “que este nombramiento no se dé bajo una negociación parlamentaria”.
Llama la atención, que la Junta de Coordinación Política propone un acuerdo para que sean tres comisiones senatoriales las que estudien el asunto, en tanto otros senadores dicen que esto es inconstitucional. Al final, se dejará sentir el peso de la negociación política, si no al tiempo.

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