Opinión

Lo cotidiano con clase

Conseguir la unión de la medicina alópata  con la homeopatía, acupuntura, herbolaria y fitofarmacología en una política de Salud Pública integral, beneficiaría a más de 30 millones de mexicanos por su eficiencia, eficacia y por su bajo costo, sostuvo Octavio Ramírez Vargas, al término del Foro Nacional de Medicina Integrativa, organizado por Movimiento Ciudadano.

Presidente de dicho Foro, que se realizó el 14 y 15 del presente mes, Ramírez Vargas presentó la relatoría de los trabajos, la cual concluye también en que en este objetivo, la Cámara de Diputados y el Senado de la República tienen una alta responsabilidad que cumplir, para impulsar la medicina integrativa.
Ramírez Vargas, ex director de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional, dijo que la Organización Mundial de la Salud reconoce 287 métodos terapéuticos distintos, que en varios países se legisló sobre la materia y su inclusión en los sistemas de salud está mostrando eficiencia y utilidad.

“El modelo de salud del sistema social mexicano refleja la profunda crisis política, social y económica del país, así como los intereses de la clase en el poder. Los programas de educación para la formalización de los cuadros profesionales del sector, la ciencia y la tecnología, así como la industria y el comercio de medicamentos y de equipo médico, todos responden a la generación de plusvalía como centro fundamental de motivación y desarrollo”, enfatizó.

Destacó que un buen número de prácticas populares y tradicionales de salud han sido marginadas y hasta combatidas por la medicina dominante, no por su inoperatividad o ineficiencia, sino porque no se adaptan a los intereses económicos de los monopolios trasnacionales.

Del resumen de las ponencias vertidas en el Foro Nacional por más de 30 médicos especialistas, el doctor Ramírez Vargas aseguró que la Medicina Integrativa como política de Estado en la reforma del Sector Salud debe centrarse en acciones en el ámbito económico, educativo en salud de los mexicanos en zonas conurbadas, rurales y en colonias populares.

Por conducto del Instituto Politécnico Nacional, añadió el facultativo, se puede consolidar la Medicina Integrativa como una opción más de la práctica médica para atender la salud de los mexicanos que habitan en dichas zonas del territorio nacional.

En este contexto, prosiguió, es fundamental que se fortalezcan las relaciones entre las diferentes escuelas de medicina del IPN y del país, así como entre la comunidad médica experta en estas alternativas terapéuticas.
Para ello, enfatizó Octavio Ramírez, se requiere que dichas escuelas acepten, reconozcan y apoyen los métodos integrativos, a fin de consolidarlos como políticas de salud integral y los incluyan en sus programas de servicio social en todo el territorio nacional.

Según el Ramírez Vargas, son considerables los efectos que esta innovación traería, por ejemplo, en la creación de empleos, independientemente de los beneficios para la salud de millones de connacionales.
Para terminar, el presidente del Foro propuso la unificación de todas las ciencias antropológicas, biomédicas y médicas en la consolidación de la Medicina Integral como política de Estado en la reforma del Sector Salud por su bajo costo, eficiencia y eficacia.

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