Opinión

Legislativa ambiental

n entrega anterior traté sobre la Comisión
Especial en Materia de Protección Civil,
de la Cámara de Diputados. La preside Fernando Morales. Si bien el referente fue la ponencia que presentó en el marco del LXXII Congreso de la CNC, la motivación para abordar el tema es el relativo a la pertinencia de regresarla a la condición de comisión ordinaria.
En la ponencia, el diputado Morales advierte sobre la importancia toral de “la previsión, prevención, atención de desastres naturales, y socio organizativos… asunto que debe ser suficientemente atendido por las autoridades, y asumido por la sociedad civil”.
El llamado es oportuno. Cuántas vidas se habrían salvado en el terremoto de 1985, de haber existido una cultura de la protección civil. En todo lo que implica: previsión, prevención, atención de desastres. Tenemos presente el terremoto de 1985, llegamos a la fecha emblemática: 19 de septiembre. Ocurrió hace 25 años. Apenas ayer para quienes perdieron familiares, amigos, compañeros, patrimonio.
Alberto Cayeros, colaborador del diputado y sobreviviente del derrumbe del hotel Regis, relata cómo huéspedes desaparecieron en el colapso del edificio. No supieron qué hacer. Le conmueve el recuerdo de dos jovencitas que no escaparon a la tragedia; se resistieron a salir porque no estaban vestidas.
Dice Cayeros: “hace falta conciencia, conocimiento, capacitación, disposición, para enfrentar estos  fenómenos”. Y otros de su tipo, incendios, inundaciones; hoy, lamentablemente, terrorismo, ataques armados. Con tristeza vemos imágenes de niños en entrenamiento para escapar a eventuales ataques a sus escuelas.
A esto deben responder dependencias y entidades de gobierno, organizaciones de la sociedad civil. Con conocimiento suficiente de lo que se trata.
Ahora las autoridades capitalinas convocan a un mega simulacro, para el día 20, próximo. En lugares públicos, escuelas, oficinas, periódicamente se hacen ejercicios en el mismo sentido. Sin embargo, las tareas no se cumplen a cabalidad. No existe aún ni personal suficientemente capacitado, ni la organización social que estas cuestiones reclaman.
A esto y más debe dar seguimiento el Poder Legislativo, desde sus atribuciones de aprobación del presupuesto, de verificación de las acciones de gobierno. La vigilancia de los planes y programas relativos, la revisión del ejercicio presupuestal y la evaluación del desempeño. Cumplimiento de funciones de control sobre el Ejecutivo.
Para esto son necesarias instancias formales, dentro de las Cámaras, con facultades ad hoc para atender asuntos materia de protección civil. La Cámara de Senadores cuenta con la comisión relativa. La colegisladora debiera estar en la misma circunstancia. Mas, dadas las características físicas de nuestros espacios vitales, pareciera obligada la institución de un órgano, el ámbito del poder ejecutivo, a cargo de estos asuntos.
Ante las palabras de Alberto Cayeros, sobre capacitación social en materia de protección civil, viene a mi memoria la película Mil héroes al rescate, basada en hechos reales: vuelo 232 de United Airlines. El filme es protagonizado, entre otros, por Charlton Heston y James Coburn. Un  avión DC 10, en ruta Denver-Chicago, por un desperfecto mecánico aterriza de emergencia en un pueblo de Iowa, Sioux City. Allí, la comunidad se ha adiestrado para enfrentar desastres. Todo mundo sabe qué, cómo, cuándo hacer en caso de un fenómeno de semejante naturaleza. El conocimiento de los lugareños permite el rescate de muchos de los pasajeros que habrían muerto si las circunstancias hubieran sido diferentes.
La historia cuenta: “Algunos pasajeros fallecieron, pero 164 lograron sobrevivir como resultado de una coincidencia de eventos, incluyendo el estado de preparación del equipo de rescate en tierra (de la comunidad), de la tripulación y de los controladores de vuelo, que trabajaron en forma conjunta para conseguir un resultado fuera de toda probabilidad”.

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