Opinión

La verdadera libertad

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Jn.8:36).

El 15 de septiembre de 2013, México celebra su 203 aniversario como nación independiente, libre y soberana. En el contexto nacionalista de esta celebración, reflexionemos acerca de lo dicho por el Señor Jesucristo en cuanto al tema de la verdadera libertad.

En primer lugar consideremos que el Señor Jesucristo se dirige a judíos que habían creído en El. Y sin embargo, no eran libres. Y no me refiero al dominio que Roma ejercía sobre ellos, sino al yugo tradicionalista, legalista, religioso y de pecado que pesaba sobre sus hombros y les impedía ser verdaderamente libres. De ahí que el Señor, les dice: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn.832).

En alguna ocasión Jesús dijo a Tomás, uno de sus discípulos: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn.14:6). Ante esta revelación, queda manifiesto: Jesús es la verdad que los judíos necesitaban conocer. Él es la palabra encarnada de Dios, por eso afirmó: ¡Yo soy la verdad!

Al igual que los judíos de aquel entonces, hoy muchos dicen creer en Jesús, y sin embargo, no son libres. Dicen creer en Cristo, no obstante viven lejos de Él. Dicen creer en el Hijo de Dios, pero no aceptan su verdad. Por tanto, hoy también el hombre necesita ser impactado y transformado por la Verdad que es Cristo, pues sólo de esa forma podrá ser libre de su religiosidad, de su tradicionalismo y de su pecado.

Cuando los judíos escucharon la declaración del Señor, dijeron: “Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Jn.8:33-36).

Ante la negativa de los judíos de reconocer su condición espiritual y su necesidad de ser libres, Jesús se revela clara y abiertamente como el único que les puede libertar. Y no precisamente del yugo romano, sino del yugo Satanás, quien cierra el entendimiento del hombre para que no le resplandezca la luz de Cristo.

Hoy por hoy la condición espiritual del hombre y su necesidad de ser libre exalta aún más la obra redentora de Cristo en la cruz del Calvario. Jesucristo tomó el acta de los decretos que nos era contraria y, quitándola de en medio, la anuló y clavó en la cruz; y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Col.2:13-15). Esta obra redentora de Cristo y su resurrección de entre los muertos le exaltan como el gran libertador. El hombre necesita ser libre de su pecado, de la esclavitud del pecado, de las consecuencias del pecado y del autor del pecado. Y el único que puede dar completa libertad se llama Jesucristo, el Hijo de Dios. Por ello Él dijo: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Jn.8:36).

Querido lector: Dice el Señor que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. ¿Eres esclavo de la mentira, el odio, el resentimiento, la violencia, los celos, el vicio, la hechicería, la idolatría, la maldad y cosas semejantes a éstas? Los judíos negaron ser esclavos del pecado. Decían creer en Jesús y sin embargo no aceptaron su verdad. No seas tú, como uno de ellos. Permite que Su verdad impacte y transforme tu vida. ¡Cristo te ofrece verdadera libertad! ¡Jesucristo es el gran libertador! Acéptalo, ¡hoy!

* Pastor en la Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org

1 Comentario

  1. Bendiciones y gracias por sus mensajes. La verdad como ustedes dicen nos hara libres, pero la pregunta es quien es la verdad? Qué opinan de este audio:
    http://www.mensajedepaz.net/index.php?option=com_content&view=article&id=345:2014-09-18-19-22-28&catid=1:audio&Itemid=2