Opinión

La Política

Chihuahua se estruja por el crimen masivo de 14 personas, jóvenes, que disfrutan de una fiesta familiar. Ahí, en Ciudad Juárez, este jueves en la madrugada otro grupo armado acribilló a camiones que transportaban mujeres obreras que salieron del trabajo e iban a sus casas. Baja California vuelve a cimbrarse por la matanza de personas en un centro de rehabilitación de adicciones. Nayarit también, en Tepic fueron baleados 15 jóvenes que trabajaban en un lavado de autos. En la ciudad de México fueron atacados a balazos 7 jóvenes, por un comando armado.

Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán, Morelos y Guerrero, son entidades donde se ha arraigado el crimen organizado, junto con Chihuahua, Nayarit y Baja California, además del Distrito Federal. Son estados con gobiernos, del PRI, PRD y PAN. El nivel de violencia sangrienta, de bandas organizadas, conectadas con el narcotráfico, constitucionalmente compete al Gobierno Federal el combate y castigo. Van 10 años que gobierna, desde la Presidencia, el PAN, con Vicente Fox y ahora Felipe Calderón. Son tres niveles de gobierno, el Federal, Estatal y municipal. La cadena de crímenes masivos es escalofriante, como la matanza de 72 migrantes. Y suman decenas de miles las personas muertas, clasificadas como “ajuste de cuentas”.

La ciudadanía ha convocado al gobierno a reinstalar la tranquilidad. A combatir el asalto, el secuestro, el acribillamiento masivo. Instituciones, como las iglesias cristianas han convocado a la oración, en templos, centros de trabajo o en los hogares, por la paz. El escenario es infernal. Miles de personas muertas sin identidad, de cadáveres a fosas comunes. Sin actas judiciales y sin esclarecimiento. Bandas asesinas y sin detenidos. El Presidente Calderón habla de la policía única como salvación, pero no es verdad, además, su creación llevará años. Fox critica a Calderón y dice que el Ejército debe retirarse. Y Calderón en una entrevista a un noticiero de una televisora de Londres, declaró que como gobierno Fox cometió muchos errores, como el no actuar a tiempo, si se hubiera actuado, otro sería el caso. Vale recordar que durante el foxiato, se escapó de la cárcel El Chapo Guzmán.

Para concluir esta crónica hay que decir que la incertidumbre impera. La inseguridad crece y que el Ejército, la Marina, la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública, junto con la Policía Federal Ministerial, han fracasado. ¿Qué hacer?

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