Opinión

La fe salvadora

¿Qué es la fe? Según el diccionario es confianza, creencia, seguridad. La Biblia sostiene que fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (He.11:1). De manera sencilla, fe significa creer, confiar. ¿Creer en quién o en qué para que tenga lugar la fe salvadora? Para vivir la experiencia de la fe salvadora necesitamos en primer lugar disponernos para que el Espíritu Santo despierte en nosotros la fe, porque ese tipo de fe sólo viene por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios (Ro.10:17); luego, por el mismo Espíritu, necesitamos creer a la revelación bíblica que nos lleva a aceptar a Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador.

Por tanto, la fe salvadora implica la aceptación de Cristo, de su obra redentora y de su sacrificio expiatorio como el único medio de salvación. No hay más (Hch.4:12).  A mayor abundamiento, la fe salvadora se basa en la Verdad revelada. El hombre debe primero arrepentirse y luego creer para ser salvo (Hch.8:37; 20:21; Ro.1:16; 10:10). A través de su providencia y su gracia, Dios da a la humanidad la base de la fe salvadora en su Palabra inmutable y eterna. Esto da al creyente una creencia firme en la revelación cristiana, y hace que el alma confíe en el Señor Jesucristo, en su obra redentora y en su propósito de salvación al hombre, de manera que el hombre puede exclamar: “Creo que Jesucristo es mi Salvador” (Hch.16:31).

San Pablo enseña que la fe del hombre, no debe considerarse como un mérito, sino como una condición de salvación, de ahí que el hombre solo puede ser salvo por medio de la fe en Jesucristo el Hijo de Dios (Ef.2:8). Por tanto, en un sentido bíblico, la fe salvadora es el asentimiento de la mente o intelecto en verdades relativas a Dios y a Cristo y el consentimiento de la voluntad (aceptación) a esas verdades. De ahí que la fe meramente intelectual no es suficiente para la salvación (Hch.8:13, 21; Stg.2:19); una persona puede dar su asentimiento intelectual al evangelio, sin consagrar o dedicar su vida a él.

La fe de carácter intelectual significa el reconocimiento de que el evangelio es verídico; la fe afectiva o del corazón significa la aceptación y dedicación voluntaria al cumplimiento de los principios rectores del evangelio. Así que la creencia afectiva o del corazón es fundamental para la salvación. Por tanto la fe salvadora comprende el intelecto, los sentimientos y la voluntad. De ahí lo dicho por el apóstol Pablo: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Ro.10:9-10).

Querido amigo: Una ocasión en la obscuridad de la noche el carcelero de Filipos, dijo a Pablo y a Silas: “… Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”. La fe salvadora operó y dice la Escritura que el carcelero se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios (Hch.16:30-31, 34). ¿Quieres tú hacer lo mismo? ¡Hazlo ahora!

Noé Díaz Alfaro es Pastor en la
Iglesia Cristiana Interdenominacional,
A.R. ser@iciar.gob

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