Opinión

Invade la contaminación

La contaminación de la capital del país, con el valle de municipios conurbados, es un fenómeno en el cual se suman años y no hay reacción ciudadana. Asumen una actitud de indolencia. No se asume la conciencia sobre mejor calidad de vida.

Se tira la basura en la calle. Se desperdicia el agua. Se contamina el líquido vital. Los lagos se convierten en fuentes de infección. Las presas son depósitos de putrefacción. Las laderas, las barrancas y cauces de agua son invadidos, en una corrupción y fraude. Por ventas ilegales de terreno. Son fraudes. Y se construyen topes al por mayor. Son bordos de choque. No son contenedores de velocidad. Y en cada tope se quema gasolinas que contaminan más.

Y en medio de todo este desastre. Anarquía. Hay una severa contaminación industrial. Viene desde el estado de Hidalgo, con la Refinería de Tula. Incluso de Salamanca. Los aires soplan de norte a sur. Hay un eje de fábricas cementeras, de cal, de mármol en polvo. Y son partículas que invaden el Valle de México y al Distrito Federal. La observación del jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera es justa. La Comisión Metropolitana no cumple. Son multimillonarios los presupuestos. Gastos inútiles. ¿En qué se gastan?

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