Opinión

Gobierno: Tres Poderes… Tres Órdenes

* Entre las propuestas del Presidente Enrique Peña Nieto destinadas enfrentar la situación crítica que padecemos, el combate eficaz a la corrupción me parece de la mayor relevancia. El estado mexicano cuenta con recursos suficientes para enfrentar el fenómeno de la corrupción y su correlativo, la impunidad. Qué falta. Una aplicación cabal de todos ellos. Comenzando con el compromiso de los servidores públicos de los tres poderes y los tres órdenes en las estructuras de gobierno en las cuales participan.

* Demandan los clásicos: cabal aplicación de la voluntad política. ¿Y qué es la voluntad política? Simplemente, que quien manda quiera hacerlo. Sin duda, titulares de los tres órdenes de gobierno saben dónde se gestan y se realizan actos de corrupción. Punibles por naturaleza. Pero el castigo no se aplica precisamente por la impunidad con que actúan los corruptos. En esto no hay partido vacunado contra el mal. No hay credo religioso que se excluya. No hay ideología ajena a semejantes conductas.

* ¿Quién es el responsable de los trágicos hechos de Ayotzinapa que detonaron el conflicto? ¿Hay de por medio algún partido encabezado por pregoneros de una “honestidad valiente”? Bueno, atendamos a las expresiones de dirigentes, militantes, simpatizantes, promotores, de esas organizaciones políticas en las que se acusan unos a otros.

* Sin embargo, se busca a culpables por otros rumbos. Se acusa de homicidio, hasta genocidio, a quienes no son partícipes de los hechos. No son autores intelectuales ni materiales de los crímenes. Y si de mirar al pasado se trata, en el pasado protagonistas hay algunos que hoy gritan, sin pudor alguno: ¡Al ladrón!

* En esa actitud hay expertos de muy alto nivel. Cuando sus personeros han sido atrapados en flagrancia se dicen ajenos. A mí que me registren. Yo no estaba enterado. Yo no los mande. La excusa es pronta y la reiteración de inocencia llega a hacerla creíble.

* Un sistema nacional anticorrupción. Sí, algo así se necesita. Se trata es de entrar en pleno al gobierno que es sistema. Sistema que debe tener, como lo propone el Presidente Enrique Peña Nieto, una participación ciudadana mayor. Un sistema que vaya más allá de la suspensión para el ejercicio del servicio público y del resarcimiento del daño. Un sistema que abarque del origen a las consecuencias de la corrupción en el que caigan quienes deben de caer.

* En este propósito los medios y las redes sociales tienen capacidad para cumplir una función de vigilancia. Pero cuidado con dar poder a la calumnia. A esta hay que desalentarla de principio. ¿Cómo? Sancionando al calumniador en forma tal que se desaliente conductas perversas que pueden restar valor al procedimiento de denuncia ciudadana.

* Se fue Cuauhtémoc Cárdenas. Ah. Diría Salvador Sánchez Vázquez, destacado político priísta nayarita: Ni falta el que se va. Ni sobra el que se queda.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.