Opinión

Gobierno: Tres Poderes… Tres Órdenes

Recibo interesante mensaje de mi amigo Ricardo Maples referido a la reconstrucción de Hiroshima y Nagasaki, donde murieron de manera inmediata, respectivamente, 140 mil y 80 mil seres humanos civiles: mujeres, niños, ancianos. Fue “muestra” de lo que podía ocurrir a Japón si no se rendía incondicionalmente. Más muertos siguieron como secuela de los ataques atómicos, pero murieron poco a poco.

Al mensaje, mi amigo, maestro en Derecho, agrega: “Los males y atraso de nuestro México, no son culpa de partido político alguno. En mi opinión, México somos todos: pueblo y gobierno; políticos e iniciativa privada; maestros, académicos, intelectuales, periodistas, artistas, actores, trabajadores, burócratas, estudiantes, amas de casa, líderes obreros, comerciantes e industriales; banqueros y menesterosos; senadores y diputados; jueces y ministros de la SCJN; ministerios públicos, generales y soldados; policías y administradores públicos. Desde el rector de nuestra UNAM, hasta el más modesto director de una primaria en San Garabato. Se aceptan críticas o enmiendas a mi posicionamiento”.

Me sumo a su convicción. Cada quien tome su puesto entre los constructores de nuestra Patria, si tiene a bien, y cumpla con cuanto deba cumplir. Una vez en la tarea, dispóngase a señalar, con responsabilidad ciudadana, la falta de dedicación de los omisos, particularmente de quienes ocupan cargos de gobierno, en los tres poderes, en los tres órdenes.

Vaya con los críticos de la señora Arely Gómez. Culpable es de ser hermana de quien hermana es y por tanto está descalificada, aseguran, para su designación como titular de la Procuraduría General de la República. ¿Quién es su hermano? Me tiene sin cuidado. Ah, es directivo de Televisa. Entonces el problema es Televisa, ciertamente uno de los poderes fácticos de la nación. Y en ese problema participamos todos cuantos sintonizamos el Canal de las Estrellas y los de su cadena, somos seguidores de sus equipos de futbol, formamos entre los fans de los chespiritos y los quicos y las chilindrinas, leemos sus publicaciones, estamos atentos a sus noticieros y creemos a pie juntillas lo dicho por López Dóriga y quienes nos sumamos a sus teletones.

Y ya que de mujeres hablamos acerquémonos al caso de la señora Carmen Salinas, candidata a diputada plurinominal por el PRI. En edición pasada habíamos hecho referencia a quienes de escenarios fílmicos, televisivos, deportivos, han pasado a responsabilidades de gobierno, en México y en Estados Unidos. Para hablar de lo nuestro y de lo más próximo. Mas quiénes forman en las filas de los legisladores. Políticos, muchos; dirigentes obreros y campesinos; académicos; dirigentes religiosos, cuando se apegan a la ley; empresarios; artesanos, estudiantes y personas sin oficio; se cuelan malandrines, algunos los tenemos a la vista otros permanecen ocultos.

La señora Salinas, además de su declarada militancia partidaria de siempre, es actriz, comediante, empresaria. Conoce el ambiente del espectáculo para el cual hay normatividad que se modifica o debe hacerse para un mejor funcionamiento de acuerdo al interés de cuantos, de una manera o de otra, se vinculan con él.

En todo caso, candidatos y candidatas, llegado el momento de su desempeño en funciones de representación y de gobierno estarán a la vista de los gobernados; de comunicadores, críticos, analistas, académicos. De acuerdo a su actuación serán juzgados. Concédase a la señora Salinas la oportunidad de ser.

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