Opinión

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Engrosan ríos de sangre; ejecutan a un general y a banda de secuestradores

En tanto se rendía homenaje a Juan Camilo Mouriño, dándole categoría de héroe y una estatua develada  en su honor, en Nuevo León era asesinado el general brigadier Juan Arturo Esparza García y sus cuatro escoltas por un poderoso comando que  circulaba en 10 camionetas.
El general Esparza se dirigía a las oficinas del alcalde del municipio de García, Jaime Rodríguez, quien pidió ayuda por la presencia de dicho comando. De esa manera se hizo llegar al militar de alto grado, donde fue acribillado junto con sus acompañantes.
Esta ejecución podría tener relación con el homicidio de Héctor Saldaña Pérez “El Negro”, quien con dos hermanos suyos y un cómplice fue asesinado y los cadáveres aparecieron en una camioneta abandonada en la colonia Garza, en la Delegación Miguel Hidalgo del DF.
“El Negro” había sentado sus reales en el municipio de San Pedro Garza García, cercano al de García, y en aquel lugar cometía tres secuestros, en promedio, por semana.
El mismo individuo se decía intocable y recorría las calles de Garza García a bordo de un lujoso automóvil Lamborghini. También disponía de notarios públicos, bajo amenazas, para escriturarle las propiedades de las víctimas secuestradas.
La ejecución del “Negro” Saldaña y sus cómplices fue anunciada en Nuevo León por el alcalde de Garza García, Mauricio González, cinco horas antes de que fuesen descubiertos los cadáveres en el Distrito Federal. Por ello, se tienen sospechas del mismo edil sobre la muerte de los cuatro delincuentes.
Mauricio González tomó posesión de su alcaldía y se ufanó de contar con un “aparato de inteligencia” para enfrentar a la delincuencia. Dijo que  todos alcaldes debieran hacer lo mismo, en vez de “hacerse güeyes” ante la delincuencia.
Tal vez, el comando que ejecutó al general Esparza y a los cuatro escoltas tenía relación con el “Negro” Saldaña y cobró venganza, cuando el militar de alto grado sólo tenía tres días al frente de la seguridad del municipio de García.
Las reclamos para ultimar a los secuestradores han sido insistentes durante  años, conocidos los desmanes de torvos hampones como el “Mochaorejas” y “El Caletri” y,  recientemente, debido a  los asesinatos de  Fernando Martí y Antonio Equihua. Pero hoy se elevan voces en contra ante la posibilidad de que el plagiario Saldaña Pérez “El Negro”, haya sido asesinado por autoridades de Nuevo León.
Algunos legisladores y juristas afirman que no deben ser permitidos en México los “escuadrones de la muerte” porque en naciones como Argentina y Brasil no funcionaron. Propician, afirman, guerras intestinas con excesivo número de víctimas. ¿Usted qué cree?

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