Opinión

Desencanto panista

Las razones aún no quedan del todo claras, pero el mensaje del Presidente Felipe Calderón a los panistas durante su pasado Consejo Nacional, sirvió para provocar una crisis de identidad muy seria, en el partido en el poder. El que el presidente hablara de la necesidad de que el PAN lleve como candidato a la Presidencia de la República en el 2012 al mejor hombre, aún cuando no sea panista no fue un mensaje que alentara a nadie. Y sí en cambio, sirvió para marcar posiciones entre las muchas fuerzas existentes en el partido blanquiazul.

De entrada, habría que preguntarse sobre las razones del Presidente Calderón para marcar de manera pública, el hecho de que su partido podría no tener uno o varios aspirantes serios y con posibilidades a la candidatura del año entrante. Esto es, debido a qué, el Primer Mandatario coloca a los hombres del PAN contra la pared. Después, habría que explicarse las causas por las que el titular del Ejecutivo Federal deja su posición de Jefe de Estado, para presionar desde una posición partidista a decisiones de partido.

Y ello sólo para de manera obligada, buscar una aclaración sobre las causas que obligaron a Felipe Calderón a poner de lado, de manera abierta y radical, el pasado panista cimentado siempre en la crítica al “verticalismo” y las decisiones de poder para imponer candidatos en todos los niveles. Muchos piensan que todo esto quedó como un mensaje en favor de Heriberto Félix, titular de SEDESOL, quien a pesar de ser miembro del gobierno, no es militante del PAN. Y como los estatutos panistas obligan a la militancia para alcanzar una candidatura, entonces el Presidente habla de los “externos”. Pero muchos piensan que tras el revés diplomático sufrido en el reciente viaje a la Washington, Calderón quiere recomponer las cosas, con un mensaje en el que el eje sería un “candidato externo al PAN, pero ligado al programa de combate al narcotráfico”.

Pero en cualquier caso, el PAN entró en una crisis de identidad y con un presidente de la República que, se quiera o no, abrió un frente de batalla dentro de su propio partido. Y este es el inicio de una batalla que no terminará hasta que se conozca al triunfador de las elecciones presidenciales de mediados del año próximo… Pero las crisis no son patrimonio panista. El PRD, dirigido por Manuel Camacho a través de Jesús Ortega, mantiene la presión para obligar a Andrés Manuel López Obrador a ceder, de manera “democrática” la candidatura presidencial a Marcelo Ebrard. De esta manera, Ebrard habla de encuestas para definir la candidatura y modifica las fechas pactadas, proyectando la parte final del presente año, como la más adecuada para que la citada encuesta se verifique.

Pero la trampa es la misma. Se quiere someter a AMLO a los deseos de Camacho y a la ambición de Ebrard. La lucha interna en el PRD no tiene remedio. La encuesta en el estado de México para respaldar la alianza con el PAN, la alianza electoral pactada para las elecciones en Coahuila y el deseo de que este procedimiento sirva para la “candidatura de unidad”, no son más que el parapeto desde el cual la dupla Camacho – Ebrard, quieren doblegar a todo el perredismo para que se someta a sus intereses, buena parte de los cuales pasa, por supuesto, por los intereses de Los Pinos para evitar, como sea, que el PRI pueda obtener algún triunfo en las urnas… Pero en tanto esto sucede, la realidad deja ver que el gobierno federal tiene más problemas de los que es capaz de resolver.

Así, aparece ante la opinión pública todo lo relacionado con una operación llamada “Rápido y Furioso”, mediante la cual desde Estados Unidos se programó la venta y entrada ilegal de armas a México, supuestamente con la idea de “seguirle el rastro al embarque” y detectar y capturar a líderes del narcotráfico. El problema con esta operación es doble y muy serio. Primero, se fracasó totalmente, y la delincuencia organizada se hizo con un lote de armamento muy importante. Y después, las autoridades mexicanas afirman que nunca tuvieron conocimiento de todo esto. Y con ello, queda claro que el gobierno puede no saber lo que en realidad sucede en el país y que, de muchas maneras, los Estados Unidos no sólo no confían en el Ejército, sino que esa desconfianza llega mucho más lejos.

Y ello tiene muchas interpretaciones, ninguna de ellas aceptable para el gobierno de Felipe Calderón… La cinta “Presunto Culpable” se convirtió en el centro de la atención nacional gracias a la decisión de un juez para ordenar la suspensión de su exhibición y después, a un nuevo fallo para revocar la determinación anterior. El film pone en claro, la enorme incapacidad y corrupción que prevalece en nuestro sistema judicial, lo mismo a nivel local, en este caso el DF, que a nivel federal. Y ello obviamente, ha despertado mucho malestar en diferentes sectores.

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