ATISBOS

El Presidente, los candidatos y Morena

Rafael Cienfuegos Calderón

“No se hagan bolas” (como dijera Salinas de Gortari). A los candidatos de Morena para las 15 gubernaturas que se disputarán en las elecciones del 2021, los elegirá el fundador y sostén político de ese movimiento-partido. También, es posible, a quienes le puedan servir mejor como coordinadores de bancada en la Cámara de Diputados federal y los congresos locales, y a muchos de los que las habrán de integrar. Para el Presidente de la República, Morena fue el medio para ser candidato en 2018, no la fuerza política que le dio el triunfo, ya que fueron sus seguidores y simpatizantes los que le aportaron la mayoría de los más de 53 millones de votos que recibió, y es el instrumento para hacer las reformas legales que considere necesarias. El próximo año quiere ganar más gubernaturas y las diputaciones federales que le permitan mantener la mayoría que hoy tiene y quizá por eso centraliza las candidaturas y se mantiene en campaña política recorriendo la República para, en su momento, dar a sus elegidos el apoyo político que necesitarán. El jefe del gobierno del cambio sabe que Morena no es garantía porque carece de una base sólida y del arrastre político que se necesita, en tanto que él se siente capaz de poner en activo a sus simpatizantes y seguidores que son, en la práctica, el movimiento de regeneración nacional.  También sabe que hay al interior grupos y personajes de diferente ideología e intereses que pueden afectar su proyecto de la Cuarta Transformación porque lejos de apoyar y comprometerse están en la disputa del poder, la toma de decisiones y el manejo de los mil 500 millones de pesos del financiamiento. El desprestigio político que eso implica para el  gobierno puede ser el motivo por el que el Presidente está al margen de la elección y muestre poco interés por quién sea el dirigente, Porfirio Muñoz Ledo o Mario Delgado, pues la función de uno u otro la podría limitar a la asignación de candidaturas para diputados locales, presidentes municipales y alcaldes, previa revisión, al manejo interno del movimiento-partido y a la reconciliación para evitar una fractura mayor. El trabajo esencial  de Morena será, como lo es en la actualidad, atender y sacar adelante las iniciativas que envíe al Congreso de la Unión. Así es que las decisiones de peso político, las candidaturas para 2021 y, la nominación de quién competirá por la presidencia de la República en 2024, él y solo él las tomará.