Opinión

ATISBOS

El rector de la UNAM denuncia, luego se desdice

Rafael Cienfuegos Calderón

RESPETO.- Bien, muy bien que Enrique Graue Wiechers, máxima autoridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), haya atajado con firmeza y sin demora la embestida de Morena para entrometerse en la institución y exigido al Poder Legislativo respeto a la autonomía. Bien porque rechazó la iniciativa que osó presentar uno de sus diputados para reformar la Ley Orgánica, porque denunció el hecho como un intento para “desestabilizar” a la universidad y porque acusó que a espaldas de las y los universitarios se pretende incidir en la normatividad que “nos rige y que nos hemos autoimpuesto a lo largo de muchos años». Bien porque en el comunicado que dirigió a la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas; al presidente de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado; y a Adela Piña, presidenta de la Comisión de Educación, manifestó oposición a la intromisión de políticos y partidos en la vida universitaria, porque exigió que objeten la iniciativa y que hagan público el respeto a la autonomía. Mal, muy mal que inexplicablemente el rector Graue rectificara un día después y negara que la “mano negra” detrás de los intentos por desestabilizar la UNAM sea la de Morena, pues con ello invalidó la denuncia oficial que hizo. ¿Qué habrá pasado para que modificara su postura? ¡En fin!  La propuesta del diputado de Morena indignó porque siendo militante de un movimiento-partido que a solo seis años de haber incursionado en la vida política está sumido en una crisis abismal de antidemocracia por el control de la dirigencia y del millonario dinero que recibe, se atrevió a sugerir cambios a la Ley Orgánica para democratizar las formas de gobierno de la UNAM y que en un proceso abierto, equitativo, competitivo y transparente (¿conocerán en Morena ese tipo de procesos?) el rector y los directores de facultades, escuelas e institutos de investigación sean electos por maestros, estudiantes y trabajadores emitiendo voto libre y secreto, quitándole esa atribución al Consejo Universitario. La UNAM ha sido, es y será el botín que políticos y todos los partidos quieren y ahora que el movimiento-partido fundado por el Presidente de la República tiene mayoría en la Cámara de Diputados no es descartable que busque infiltrarla violando la autonomía y los derechos de los miles de mexicanos que en sus aulas reciben educación de calidad. Pero como los universitarios son capaces de distinguir entre aquellos que los quieren manipular política, partidista y electoralmente y quienes desde la rectoría pugnan por preservar la autonomía, mejorar la seguridad, la infraestructura y la enseñanza  con profesores e investigadores altamente capacitados, se puede augurar una férrea oposición.

ADVERTENCIA.- Por el autoritarismo del jefe del gobierno del cambio el Congreso de la Unión legisló para que la educación media y superior sea obligatoria y gratuita,  sin que se haya asignado a la UNAM y demás universidades públicas recursos adicionales para compensar los gastos. También por ello se crearán al vapor e improvisadamente 100 universidades en las que los alumnos podrían sufrir una gran decepción. Empero si autoritariamente se intenta trastocar la vida interna de la UNAM, el Puma que millones llevan dentro despertará y entonces…

RAPIDITO.- No pasaron ni 24 horas cuando el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados anunció el retiro de la iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la UNAM y externó su respeto irrestricto a la autonomía de la casa de estudios y a su vida interna. Su coordinador, Mario Delgado, salió a dar la cara para informar que esa iniciativa no forma parte de su agenda legislativa. “No obstante, en atención a las diferentes preocupaciones que ha suscitado dicha iniciativa, nuestro grupo parlamentario solicitará a su autor retirarla en definitiva”.

DISCREPANCIA.- El pasado día 13 el presidente del Tribunal Universitario acusó en carta pública al diputado y presidente interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar de ser la “mano negra” que intenta desestabilizar a la UNAM; horas después mediante un boletín la autoridad universitaria desconoció la denuncia y descalificó al decano de la Facultad de Derecho. Pero el 20 de febrero, Eduardo López Betancourt ratificó su acusación con Pepe Cárdenas (Radio Fórmula), a pesar de que horas antes de ese día Graue quitó culpa al movimiento-partido Morena.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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