Opinión

Atisbos

FIRMEZA.- Al Presidente Enrique Peña Nieto parece que el viaje a China y Australia le sirvió de catarsis y reflexión para analizar y sopesar desde lejos la crisis que vive su gobierno y la violencia de grupos radicales que amenaza con desbordarse y poner en riesgo la seguridad de la población en diversos estados del país y la estabilidad. Por primera vez desde que se conoció la tragedia de Iguala, que no sólo generó la reacción airada de padres, familiares y la sociedad en su conjunto, sino también la intromisión de grupos violentos en protestas pacíficas que, atentaron contra el Palacio Nacional quemando la puerta Mariana, el Presidente Peña Nieto habló con firmeza y autoridad. Primero, a su regreso a México, aseguró que su gobierno agotará el diálogo para evitar el uso de la fuerza para restablecer el orden, pero aclaró que el Estado está legítimamente facultado para hacer uso de ésta. El mensaje, que es contundente en cuanto a que no se aceptará más violencia como la que ha estado presente en las manifestaciones de protesta por la desaparición de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, fue bien recibido por la sociedad. Ahora ésta sabe que el gobierno privilegiará el diálogo hasta agotarlo y que, de no darse el repliegue de los rijosos embozados que apuestan a generar anarquía, actuará con el uso de la fuerza. El presidente dejó en claro que si lo que se demanda es justicia y que se aplique la ley en todos sus términos contra los que cometieron el horrible, atroz y abominable crimen contra los normalistas, no es con violencia o vandalismo como se va a lograr, más cuando afectan derechos de terceros. Después, en un mensaje dirigido a quienes fueron afectados por las reformas estructurales aprobadas, y están interesados en generar desestabilización y desorden social aprovechando las protestas, advirtió que el gobierno de la República está firme en la construcción de su proyecto de nación y “no nos vamos a detener”. A partir de sus dos dichos, lo que los mexicanos esperarían de Peña Nieto es que actúe, que no haya dilación para erradicar de las calles a los vándalos que generan caos y anarquía. Ya no se quiere ver a un presidente indeciso, sino a un líder decidido a poner orden con estricto respeto a la ley. La situación que se vive hoy en varias partes del país a causa de grupos radicales que atentan contra la estabilidad política y social, es distinta a la de 1968 y 1971, cuando los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría abusaron de su poder para reprimir y asesinar estudiantes en manifestaciones pacíficas acusándolos de atentar contra el Estado. Eso lo tiene que tener muy claro el presidente para que, sin temor, responda a una sociedad agraviada que desea vivir en paz.

TRABAJO.- Aún que el porcentaje de desempleo en el país se ubicó en 2.5% de la Población Económicamente Activa, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destacó que en octubre se generaron 699 mil 791 nuevos empleos registrados en el IMSS. Eso implicó un crecimiento de 4.2%, el mayor registrado desde febrero de 2013. El número de trabajadores formales que cuenta con seguridad social ascendió a 17 millones 352 mil 227, ya que en total, entre enero y octubre de 2014, se abrieron 827 mil 166 lugares.

AUSTERIDAD.- De acuerdo al Presupuesto de Egresos de la Federación, el Poder Legislativo contará en 2015 con un presupuesto de 11 mil 358 millones de pesos, que son 841 millones más de lo que recibió este año. A la Cámara de Diputados corresponden siete mil 339 millones y a la de Senadores cuatro mil 019 millones –contra seis mil 795 millones y tres mil 722 millones de 2014, respectivamente. En tanto, el Instituto Nacional Electoral ejercerá 18 mil 572 millones de pesos, contra 11 mil 834 millones que tuvo el Instituto Federal Electoral. Y eso que el presupuesto del próximo año será austero.

MALTRATO.- En la Cámara de Diputados se denunció que el maltrato y abuso infantil son, al igual que la trata de personas, un problema mundial alarmante. En México la principal causa de muerte e invalidez de la población infantil son el abuso y maltrato, y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) lo ubica en primer lugar en violencia, abuso sexual, pornografía infantil y homicidios de menores de 14 años. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reportó que 6 millones de niños, niñas y adolescentes de América Latina fueron objeto en 2012 de agresiones severas, y que 80 mil mueren cada año víctimas de violencia generada por sus padres o por algún tercero.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.