Notas

Registran fenómeno astronómico en Chichén Itzá

De acuerdo a comunicado de prensa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) para las culturas prehispánicas, el paso cenital del Sol era un fenómeno de mayor importancia que los equinoccios; recientes observaciones en la pirámide conocida como El Castillo, en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán, han permitido verificar que este evento astronómico se presenta al amanecer, en el eje de su esquina noreste y en la escalinata noroeste al ocaso, los días 23 de mayo y 19 de julio.

El paso cenital del Sol, es un fenómeno natural que ocurre cuando la posición del astro es completamente vertical, ocupando el lugar más alto en el cielo. Esto sucede únicamente dos días al año, y en el caso de Chichén Itzá hemos fijado ambas fechas, explicó el arqueólogo Arturo Montero García, quien llevó a cabo el registro de este fenómeno en la edificación precolombina llamada popularmente “Templo de Kukulcán” o “El Castillo”.

De acuerdo con el investigador, lo que ignoran las miles de personas que acuden a los sitios, en este caso Chichén Itzá —que al menos recibió a casi 30 mil visitantes el pasado 21 de marzo—, es que “la máxima energía” del sol corresponde al paso del Sol por el cenit y no a los equinoccios.

El colaborador del proyecto arqueológico Chichén Itzá, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), pudo confirmar que en El Castillo, en el eje de su esquina noreste (orientado a 67° 51’) y en la escalinata noroeste (orientado a 292° 18’), justo los días citados, no se proyecta sombra lateral alguna durante el mediodía.

Además, Montero ha logrado determinar que existe una orientación astronómica con el cenote Holtún, explorado por el equipo de arqueología subacuática de la Uady, lo cual refuerza la idea planteada por Guillermo de Anda, investigador de esa misma casa de estudios y recientemente nombrado Explorador de National Geographic, de que dicho depósito natural, junto con el Cenote Sagrado y otros dos más, forma parte de una especie de cosmograma alrededor de la antigua ciudad maya.

Estudios previos sobre El Castillo, en Chichén Itzá, han demostrado la importancia que tuvo éste para determinar fenómenos astronómicos y, por lo tanto, calibrar el año solar, conocimientos que se traducían principalmente en el establecimiento del calendario de siembra y cosecha, sustento de las civilizaciones mesoamericanas, entre ellas, la maya.

Ahora, además de saber que los 91 escalones que tiene en sus cuatro lados corresponden a las estaciones del año, y que los 52 tableros distribuidos en dichos costados también refieren al periodo de 52 años que conformaban un “siglo mesoamericano”, se conocen las dos fechas en que en este observatorio se podía observar el paso cenital del Sol, correspondientes al 23 de mayo y al 19 de julio de nuestro calendario.

Acerca de Juan Carlos Machorro

El autor no ha proporcionado ninguna información.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.