Notas

Los daños del foxismo

La violencia en el país provoca todo tipo de especulaciones en torno a la tragedia en la que perdió la vida Juan Camilo Mouriño. El mismo Presidente Felipe Calderón se encargó de elevar el grado de esas especulaciones cuando habló de las investigaciones que se realizarán en torno a los hechos y se negó, al mismo tiempo, a mencionar la palabra accidente. La realidad establece que, a partir de ahora, difícilmente el Ejecutivo Federal podrá contener los comentarios. Y sea cual sea la razón de la tragedia, en la mente de muchos quedará la idea de un atentado. No obstante, y mientras todo se investiga, lo que salta a la vista es que Felipe Calderón ha perdido un cuadro de confianza, que su estrategia de combate a la delincuencia organizada ha sufrido un duro revés y que la lucha interna en su equipo de trabajo simplemente se agudizará…

El interés que las elecciones en Estados Unidos despertó en los últimos días, ayudó a querer o no, a relajar un poco la presión sobre el gobierno de Felipe Calderón, misma que se elevó de nueva cuenta con el avionazo… Pero una vez decidido el rumbo de la Casa Blanca, con la victoria de Barack Obama, la agenda nacional cobra fuerza de nueva cuenta. Y no es necesario ser un consumado experto para entender que las cosas no están nada bien. A la muy complicada situación económica, que se prolongará buena parte del año próximo, con su cauda de desempleo, embates inflacionarios y aumentos en la canasta básica, ahora se suma el escándalo de la descomposición en las instituciones encargadas de brindar seguridad a los mexicanos y la nada agradable reaparición política de Vicente Fox…

En el primero de los casos, los anuncios de que los cárteles de la droga penetraron a base de grandes cantidades de dinero lo mismo la SIEDO que la PFP, ha puesto en claro que la corrupción fue uno de los factores clave que obligaron al gobierno a declarar la guerra a la delincuencia organizada. Pero las interrogantes son muchas y muy fuertes. Y por supuesto, resulta obvio que a dos años de distancia de iniciada la citada guerra, es imposible aceptar que los problemas que se han detectado afectan sólo a los mandos medios de las instituciones afectadas. En el mejor de los casos, lo que tenemos en las manos es una enorme incapacidad de quienes hoy están al frente de la PGR y la PFP, sin olvidar que estos mismos personajes fueron piezas destacadas en los proyectos de combate al narcotráfico, y que en esos programas falta por determinar el grado de incapacidad que alcanzaron Rafael Macedo y Daniel Cabeza de Vaca, además, por supuesto, del propio Vicente Fox. La corrupción está a la vista. Pero la «limpieza» que se anunció parece no tener la fuerza necesaria para, en verdad, poner las cosas en orden. Y la tragedia del martes pasado simplemente no ayuda en nada. Y ello no son buenas noticias para nadie…

En el segundo de los temas, el de Vicente Fox y su protagonismo político, las cosas no son mejores. Primero, resulta por decir lo menos, absurdo que el PAN haya designado al guanajuatense como su promotor del voto. Especialmente cuando el gobierno tendría que entender que la ciudadanía sabe perfectamente, que buena parte de los problemas de hoy se originaron en la incapacidad y corrupción de la administración foxista. Pero esto no es todo. El gobierno de Vicente Fox ha sido señalado por la Auditoría Superior de la Federación por sus muchas irregularidades, mismas que alcanzan cifras multimillonarias en lo que se refiere a «irregularidades» de todo tipo. Además, ahora se habla de que el señor Fox se llevó documentos oficiales para consolidar su archivo personal y se ha detectado que decidió llevarse a su rancho, parte del mobiliario que tenía en Los Pinos. Esto, como se vea, es mucho más que una irregularidad y tendría que se investigado por dependencias que hasta el momentos han preferido guardar silencio al respecto. Pero el peso muerto que Felipe Calderón significa para el gobierno de Vicente Fox aumenta cuando Luis Carlos Ugalde aparece como ex presidente del IFE para, mediante un libro, señalar la forma en que Vicente Fox violentó el proceso electoral federal y como, la noche de las elecciones presidenciales, el entonces titular del Ejecutivo intentó presionarle para que declarara vencedor a Felipe Calderón. Esto significa en buen romance, que Vicente Fox violó el marco electoral antes y durante el proceso electoral. Y ahora, los panistas lo llaman para que pida el voto para el partido blanquiazul. En pocas palabras, Vicente Fox, que ya pidió que se estire al máximo la ley en las próximas elecciones federales, será el encargado del PAN para promover el voto, sin importar que se encuentre en entredicho y señalado prácticamente como un delincuente electoral. Como puede verse, el gobierno encontró en las elecciones en Estados Unidos un poco de espacio para relajar la presión. Pero a partir de ahora, las cosas regresan a la normalidad con todo lo que ello representa…

Y en tanto, en el PRD las cosas se aclaran un poco, por más que la guerra entre las tribus se mantiene a todo lo que da. Primero, es obvio que Jesús Ortega se alzará con el control del partido, a pesar de los embates de Andrés López. Y si ello se confirma, es igualmente obvio que los «chuchos» no cederán posiciones a sus rivales. Y, si esto es así, para las elecciones del año próximo podríamos ver a un PRD sin «lopiztas» y en el proceso de la fractura final. Y si los partidos pequeños con la nueva ley electoral en marcha, pierden sus registros, entonces Andrés López podría encontrarse en una posición francamente difícil. Jesús Ortega y sus seguidores prefieren un partido con el 10% de la votación, pero con liderazgos normales, a un partido con el 17% de los votos, pero sometido a un mesianismo absoluto. Este proceso aún dará mucho de que hablar. Lo mismo que el tema de la muerte de Juan Camilo Mouriño.

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