Notas

Lo cotidiano con clase

 

La reforma energética, aprobada por el Congreso de la Unión, ni atenta contra la soberanía de México, ni hay nada que permita cuadricular el Golfo de México, ni mucho menos, que se vaya a entregar a empresas privadas; no hay nada que ponga en riesgo la soberanía del país sobre el petróleo ya que sólo le sirve a PEMEX y a la nación.

Esto fue discutido hasta en siete ocasiones con Andrés Manuel López Obrador, por los senadores de su aún partido, Carlos Navarrete Ruíz, Pablo Gómez, Arturo Núñez, incluso, Dante Delgado, de Convergencia  se lo explicó: ahora hay otras posiciones en otra cosa, cada quien se acomoda como cree conveniente.

El coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete,  declaraba  lo anterior, cuando Andrés Manuel Lopez Obrador, concluía su intervención en San Lázaro ante los integrantes de la Mesa Directiva y la tribuna era ocupada por no más de una treintena de diputados del Frente Amplio Progresista, para tratar de reventar la sesión donde,finalmente, se aprobó la reforma petrolera.

Navarrete Ruíz dijo más:» yo puedo, privada y públicamente, mirando a los ojos a Andrés Manuel se lo puedo decir, que él sabe, como yo sé, que los dictámenes no tienen una sola letra y un solo párrafo que permita o que autorice a PEMEX a entregarle soberanía a cualquier empresa privada, sobre ningún centímetro de tierra y ningún centímetro de agua».

La presencia y perorata de López Obrador en el Salón de Protocolo de la Cámara de Diputados,  con la anuencia de la Mesa Directiva, presidida por el  priista, César Duarte —¿Chihuhahua a la vista?— se prolongó más  de los 30 minutos concedidos inicialmente.

  Su demanda —que los senadores no quisieron oir en vivo y en directo—, de incluir las ya famosas 12 palabras en la Ley de Petroleos Mexicanos,  fue como predicar en el desierto, casi, casi, como el famoso «comes y te vas». Incluso, la amenaza de regresar a San Lázaro cuando se apruebe el presupuesto de egresos, no surtió ningún efecto.

Como en el Senado, también los diputados perredistas, salvo un pequeño grupo que tomó la tribuna, aprobaron los siete dictámenes, remitidos por la colegisladora, sin ningúna modificación.

Navarrete había tomado vuelo, no paraba con nada y, enfático, censuraba  que un grupo minoritario, alrededor de 25 de 164 diputados del FAP, decidieran  tomar  la tribuna. Confió que los dictámenes serán aprobados en los  términos alcanzados en el Senado de la República. La víspera, él mismo, se había encargado de anunciar que senadores y diputados  perredistas votarían a favor de la reforma porque con ello dejaban de perder políticamente hablando.

Esta toma, diría, no tiene caso, es una expresión pública que no comparto, me parece que contribuye solamente a aislar al Movimiento en Defensa del Petróleo,es una estrategia equivocada y lleva al aislamiento del principal liderazgo político que tiene el movimiento:  Andrés Manuel López Obrador a quien, por cierto, no descalificó.

Es un líder político que sabe lo que hace». Yo lo único que quiero en honor de la verdad y de la honestidad política, decir, que he escuchado, no tiene sustento legal, ni está en los dictámenes.

Y para que no quedaran dudas, Navarrete Ruíz expreso su entusiasmo porque se presente el amparo, que  los doctores y maestros en derecho le expliquen, a él, claro, no al líder, cómo se puede amparar alguien alegando violación a la Constitución de un texto que no existe en el dictamen.

Que los analistas políticos diluciden que pasó ya que, pido explicaciones al grupo cercano a Andrés y responden, » yo vote en el monumento a Juárez a favor de apoyar la reforma»,  pese a ello, no puedo abandonar el movimiento ni darle la espalda.

Respeto eso, no lo comparto. Su estrategia él la explicará. No soy su vocero, creo que está cometiendo una grave  equivocación. Lo digo públicamente porque se lo he dicho privadamente», se atrevió a señalar.

De esta verborrea declarativa y, sobre todo, aclarativa, y del deslinde de la mayoría de legisladores perredistas al votar  favorablemente  la reforma energética o petrolera, se le facilita a Andrés Manuel López Obrador, lo que parece un secreto a voces: su tránsito hacia  algún otro partido para  el 2012.

 

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