Aprovechamiento Sustentable

Existe un lugar que me gusta ver, es un punto perdido entre Zacualtipan y Xochicoatlán, en Hidalgo, es la parte más alta de la carretera, de donde se ve el paisaje como si se tratara de un enorme borrego verde. Es como estar parado en medio de un cuadro; mitad arrebato artístico, mitad surrealista. Es donde se recuerda que las tonalidades son infinitas. Uno es tan pequeño. Kilómetros atrás no había más que una enorme mancha urbana… y el miedo se presenta. ¿Cuánto tiempo tardará el progreso en derribar esta maravilla?

Las propuestas para proteger los ecosistemas en peligro son muchas; las puestas en práctica se complican. Muchas de las deficiencias que ahora se observan en el sector rural son porque, a veces, se olvida que en esos lugares que se intentan proteger a capa y espada, viven personas cuyo sustento es dependiente de «la madre tierra», aspecto que impide hacer verdaderas propuestas con proyectos de desarrollo. Se necesitan actividades que protejan al Medio Ambiente y coadyuven a los habitantes regionales. 

Fue, precisamente, cuando me enfrentaba de nuevo al monstruo de la urbe que escuché hablar del aprovechamiento sustentable. No es una idea nueva, ni siquiera es una idea complicada. Hacer de la protección del Medio Ambiente una actividad lucrativa. Establecer las áreas rurales, creando oportunidades para aprovechar, en forma viable, la vida silvestre. 

Para los «saltamontes urbanos» es un deseo recurrente el de conocer lugares que no estén degradados y en los cuales puedan cambiar, por unos días, su estilo de vida y, a la vez, disminuir o eliminar el estrés que se vive. De cierta forma, un momento para revivir las tradiciones, mitos y leyendas que han persistido en las distintas épocas de la vida. El Ecoturismo es una vía, el apoyo al campesino en la producción y venta de productos orgánicos es otra. Cartas sobre la mesa sobran. 

Existen ya políticas aplicadas por parte del Estado en este tema, pero falta y mucho. Falta compromiso, persistencia, un correcto enfoque, conocimiento, difusión y apoyo en diversas áreas del inmenso mundo que engloban los Recursos Naturales. No lo dejemos a la deriva, no lo defendamos como una mera abstracción del altruismo, pongámosle nombre y apellido, se debe trabajar en conjunto por la preservación del campo mexicano y por todas aquellas personas que de él y en él subsisten.