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Todos prometen; nadie cumple

Mientras que por Europa, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa adelantó que no será posible construir en Copenhague un acuerdo que pueda sustituir o, por lo menos, establecer bases que continúen los desarrollos del Protocolo de Kyoto, en México, organizaciones y consultoras medioambientales, así como entes especializadas en energías, demandaron mejores leyes y políticas públicas que conduzcan a cumplir con las gestiones necesarias e indispensables para enfrentar al calentamiento climático local y global, porque de no hacerse, las consecuencias serán caóticas.
Si los poderes legislativo y ejecutivo de México no hacen mejores leyes y políticas públicas, respectivamente, para tener una verdadera transición energética, para combatir al calentamiento climático, mitigar sus efectos y adaptarnos al mismo, con una inversión del 1 por ciento del Productor Interno Bruto (PIB) por año, las consecuencias serán terribles, desastrosas y funestas porque se perdería el 15 por ciento del territorio nacional, el 68.2 por ciento de la población será afectada y los costos llegarían hasta el 71 por ciento del PIB, todo esto en el ámbito social.
En el aspecto económico, el costo que se tendría de no actuar a tiempo, sería de hasta el 12 por ciento del PIB. Por lo que toca al rubro medioambiental, se asegura que México pasaría del treceavo sitio al octavo como mayor emisor de gases de efecto invernadero, dada su gran dependencia del consumo de combustibles fósiles y porque no crea los instrumentos necesarios para convertirse en generador de energéticos renovables.
La situación para México es más grave, sobre todo si se toma en cuenta que en 2009, rebasó los 100 millones de pobres. Alcanzó 102 millones 775 mil 255 en total. Claro, sumándose los tres tipos de pobreza, según el Coneval y Sedesol.
Este panorama será más negro, sobre todo, si la temperatura aumenta entre 2 y 7 gradados centígrados en el presente siglo, tal cual lo prevé el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, si en la Cumbre Mundial Climática de la ONU, a celebrarse del 7 al 18 del mes en curso, en Copenhague, no se llega a un acuerdo que sea bueno, grande y efectivo para que entre en funciones una vez que concluye en 2012 el Protocolo de Kyoto, la pobreza y hambruna se incrementarán notablemente en pueblos que se ubican hacia el Océano Pacífico, sobre todo, en la región insular y América Latina.

ENFRENTANDO AL CC

Las formas que tiene el gobierno mexicano de encarar el Cambio Climático son legislaciones actuales y lógicas, buenas políticas públicas y destinando los recursos económicos necesarios para dejar los energéticos fósiles y producir los renovables.
El gobierno federal tiene programado impulsar estas actividades con tres mil millones de pesos anuales, durante tres años seguidos, sin embargo, esos recursos no se encuentran por ningún lado. Además, cuando aparezcan, serán insuficientes para semejante empresa que se tiene a cuestas: la transición energética.
El gobierno mexicano está subsidiando las gasolinas y energía eléctrica con 200 mil millones y 118 mil millones de pesos anuales, respectivamente. Con esto, lo que se logra es que esa gente consuma más, consecuentemente, contamine más.
Ante esta situación, se le solicita al gobierno federal que de esos recursos que utiliza para subsidiar el consumo de gasolinas y electricidad, utilice únicamente el 10 por ciento para impulsar la transición energética, lo cual será más que suficiente para conseguirlo del 2010 al 2020.

TRABAS

Una de las dificultades, de entrada, para llegar a un acuerdo satisfactorio en la Cumbre Mundial Climática, es que el país sede, con el apoyo de algunas naciones de la Unión Europea, reduzca las emisiones de dióxido de carbono en 50 por ciento a partir del próximo año, tomando como base las emanaciones de 1990.
El borrador danés exige a los países desarrollados se hagan cargo de la mayor parte de las reducciones hacia el 2050, mismas que tendrían que ser del 80 por ciento de las emanaciones globales de los gases de efecto invernadero.
Los países en vías de desarrollo que culpan a los ricos del desastre, no solamente esperan que a esas naciones desarrolladas se les imponga metas realmente duras, sino que aporten, por lo menos, 300 mil millones de dólares anuales para que los pueblos pobres se adapten a las consecuencias del Cambio Climático y se financie su transición hacia una economía verde, ecológica y más amigable con el Medio Ambiente.
El primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, propone un acuerdo políticamente obligatorio breve y preciso, con anexos que describan claramente las obligaciones de cada nación, entre otros, los recortes de los gases de efecto invernadero para el 2020, para los países desarrollados y que se convierta en tratado legal en 2010.

OTRAS PROPUESTAS

Después de ratificar que no cooperaría, el gobierno chino anunció inesperadamente que hará fuertes inversiones para recortar su consumo energético y alcanzar la eficiencia energética. De tal suerte que para el 2020, espera consumir 40 ó 45 por ciento menos energéticos y generar menos dióxido de carbono en esa misma proporción. Agregó que incrementará la extensión y la reserva de bosques en 40 millones de hectáreas y mil 300 millones de metros cúbicos, respectivamente, sobre los niveles de 2005 y no respecto a los existentes en 1990.
Por su parte, el presidente estadounidense Barack Obama promete para el 2020, una meta de reducción para Estados Unidos del 17 por ciento, tomando como base las emisiones contaminantes de 2005 y no las de 1990. Lo que definitivamente es una cifra muy baja, toda vez que el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático recomienda para los países desarrollados, entre 25 y 40 por ciento para el 2020.
Por su parte, Inglaterra propone una reducción del 34 por ciento al mediano plazo, el 2020; Japón, una de las naciones más desarrolladas, solamente propone una meta del 25 por ciento, o sea, el mínimo que recomienda el IPCC. Aunque definitivamente, sus propuestas son mejores que la norteamericana.
Por lo que respecta a Brasil, uno de los tres países más importantes en vías de desarrollo (los otros son China e India), anunció que con o sin acuerdo, reducirá sus emisiones de dióxido de carbono entre 38 y 40 por ciento para el 2020, comenzando a partir de enero venidero.

SPAIN

La migración es uno de los fenómenos más visibles del Cambio Climático.

Greenpeace exige acuerdos contra CC

Diversos grupos ambientalistas, encabezados por Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, exigieron a las autoridades mexicanas pedir que en el foro ambiental de Copenhague se entregue una carta, signada por los organismos ciudadanos mexicanos, para que su voz sea escuchada y los países desarrollados se comprometan con metas claras para mitigar los daños del Cambio Climático (CC). Patricia Arendar, directora de Greenpeace, afirmó que de no actuar ahora, el costo por pérdida de ecosistemas llegará hasta cientos de trillones de dólares y exigió que México cree un Fondo de Transición para dar un paso paulatino a las energías renovables. También denunció que las naciones desarrolladas sólo dedican a temas ambientales un 0.2 por ciento de su PIB mientras que al armamentismo lo elevan hasta un 10 por ciento de dicho PIB.

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