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OCDE: México, de los peores en innovación

Ante la necesidad de impulsar la ciencia y tecnología en México, innovar este sector es vital, pero, de acuerdo a investigadores, la innovación no se aplica de forma correcta en la realidad nacional; la Organización para el Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) indica que, en inversión innovadora, México ocupa el lugar 79, de 141 analizados. Suiza, Suecia, Estados Unidos, Unión Europea, Japón, Rusia y Australia lideran este sector.

Tomás González, presidente de la Red Nacional de Consejos Estatales de Ciencia y Tecnología A.C., dijo al respecto, que apostarle a la ciencia y vincularla con las empresas es motivo de desarrollo y fomento a la innovación, cuyos ejemplos son Corea y Brasil, que hace 30 años estaban atrás de México y con gran desvinculación entre ciencia y empresa.

“En nuestro país debe lucharse para que todo el tiempo se tenga trabajo en la innovación ya que no se da de forma espontánea y se requiere de esfuerzos, modelos, recursos, etc.”

En materia de innovación tecnológica, la prioridad es impulsar productos de manufactura mexicana desde los centros de estudio. Celso Gabriel Espinosa, director general del Centro de Enseñanza Técnica Industrial de la SEP en Jalisco, comentó a Mi Ambiente que la innovación es un punto vital que debe impulsarse desde las aulas.

“El mercado laboral requiere profesionistas tecnológicos, afirmó, que no nos interesa tener alumnos consumidores de software –por citar un ejemplo-, sino creadores de los mismos, ya que esto requiere la industria con desarrollo de sistemas inteligentes”.

En relación con lo anterior, en entrevista con Mi Ambiente, Luis Miguel Beristain Hernández, director del Parque Tecnológico en Ciencias para la Vida y Emprendimiento del ITESM Campus Ciudad de México, dijo que “el problema se presenta en diversos frentes: incapacidad para transferir el producto de la Investigación y Desarrollo (I+D) de los centros de investigación y universidades a las empresas y poca capacidad del recurso humano y empresariales para absorber o adoptar dichos desarrollos”.

Señaló que el problema no es incrementar el gasto en ciencia, tecnología e investigación, sino transferir y aprovechar lo desarrollado. Los investigadores y los centros de investigación deberán apoyarse en oficinas de transferencia de tecnología (OTT) para lograr este aprovechamiento. De hecho deberán ser estas OTTs las que construyan los puentes entre la investigación y el desarrollo y su aplicación productiva, con una amplia gama de andamiajes regulatorios, legales, financieros y técnicos, que varían de sector a sector y de industria a industria.

El criterio de patentes transferidas o aprovechadas productivamente, en revisión mexicana del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) del 2006 al 2010, indica que de 924, sólo 20% eran de empresa u organización productiva y con la reserva que muchas de ellas pueden no transferirse cuando el aprovechamiento es propio (in house).

México tiene una baja vinculación entre escuela y empresa.

Un segundo criterio es el análisis de especialización y diversificación de empresas nacionales, ya que el 68% del PIB mexicano es creado por empresas que aprovechan tecnología básica, y cerca del 25%, tecnología intermedia.

En consecuencia, sólo el 7% del PIB es creado por empresas con tecnologías sofisticadas en diversos sectores y, en consecuencia, las que aprovechan mucho de los esfuerzos de investigación y desarrollo en el país.

Un último criterio consiste en evaluar la naturaleza de los nuevos empleos. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, de cada 10 nuevos empleos creados, 7 tienen un ingreso superior a un salario mínimo, pero menor a dos, en consecuencia, se trata de trabajos que requieren poca especialización y conocimiento, es decir, tecnologías básicas.

Estrictamente hablando hay mucha confusión, aún entre los expertos sobre lo que es una adopción correcta de innovación en tecnología e investigación. Una forma simple y sencilla de hacer utilizar estos conceptos y darle enfoque a este esfuerzo es pensar en la ciencia como un esfuerzo de descubrimiento de cómo funciona la naturaleza; la tecnología como un acto de invención y la innovación como un proceso de reproducción (oferta) y adopción (demanda) de la invención. La gran mayoría de los desarrollos tecnológicos (invenciones) no llegan a ser innovación.

OCDE: MÉXICO, EL PEOR EN INNOVACIÓN
De acuerdo a un estudio de la OCDE, México ha reconocido la necesidad de impulsar la productividad y competitividad de la economía, a través de la innovación, pero los marcos generales y los relacionados con el Medio Ambiente, en particular, no han sido eficaces. México se ha quedado corto en sus objetivos en esta área. Es la economía menos intensiva en investigación y desarrollo de la OCDE y tiene una de las participaciones del sector privado más bajas en gasto bruto en este rubro.

MÉXICO EN LA LUCHA POR DESARROLLO DE CAPACIDADES
De acuerdo a Beristain Hernández, indicó que en México el aprovechamiento en ciencia, tecnología e investigación es poco. “En el 2010, el superávit de la balanza tecnológica de los Estados Unidos superó los ingresos por la venta de petróleo y los ingresos por remesas de México. En otras palabras, mientras la economía vecina está generando flujos por el trabajo de sus científicos e ingenieros, nosotros continuamos compitiendo con materia prima y mano de obra barata”.

Cabe mencionar que en 2013 se contará con 70 mil 392 millones de pesos es el presupuesto para la ciencia y tecnología por parte del gobierno federal. Abundó que México no está sabiendo hacer un enlace correcto de lo qué es innovación tecnológica con el desarrollo industrial del país, “no es una cuestión de la capacidad de desarrollo de tecnología, que la hay y de talla mundial. Se trata más de la poca calidad administrativa y empresarial de la gran mayoría de las unidades productivas”.

Lo cual estima repercute enormemente en la productividad de la economía pues, ¿cuánto puede ganar un productor de dulces de amaranto por un kilo de este producto?; y por el contrario, ¿cuánto puede ganar un laboratorista por producir un litro de aceite de escualina del amaranto como principio activo para productos farmacéuticos o cosméticos?. La diferencia entre los extremos aquí ejemplificados radica en el conocimiento aplicado para cada actividad.

Por su parte, el titular del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología, declaró que México llega tarde a la sociedad del conocimiento con un rezago importante y por ello debemos recuperar este atraso con políticas para la ciencia y la innovación con una estrategia focalizada y en poco años poder crecer”.

Dijo que se cuenta con evidencia que la inversión en conocimiento genera crecimiento económico con bienestar social y competitividad nacional; detalló que en el último análisis del World Forum, México se ubica en el sitio 49 en índice de innovación con mejoras marginales.

INNOVACIÓN ESENCIAL EN LAS EMPRESAS TI GLOBALES
De acuerdo a la lista de los 100 Innovadores Globales 2012 de Thomson Reuters, las empresas presentes en dicho listado son quienes tienen mayor influencia a nivel global en materia comercial y desarrollo económico; “la innovación es la base de la prosperidad económica y de los avances tecnológicos”, afirmó David Brown, Director Ejecutivo de Soluciones IP de Thomson Reuters.

En dicho tenor, se tiene el caso de Ricoh Company, Ltd. incluida en la lista que se basa en cuatro criterios principales: el volumen total de patentes, patentes de gran éxito, el alcance global de la cartera de patentes y la influencia como lo demuestran las citas. Ricoh ha publicado más de 4,200 patentes en el año fiscal 2012. En general, Ricoh tiene actualmente más de 22,000 patentes emitidas en Japón y 18,000 patentes emitidas en el extranjero.

Esta empresa se especializa en equipos de impresión de oficina, soluciones de impresión de producción, sistemas de gestión documental y servicios de Tecnologías de la Información (TI); en 2012 tuvo ventas por aproximadamente 23 mil millones de dólares.

Según el análisis financiero de Thomson Reuters, las organizaciones que forman parte de la Lista Global 2012 Top 100 Innovadores mejoraron hasta un 3% los ingresos ponderados por capitalización de mercado de las empresas de la lista S&P 500 (15% frente a 12%).

De acuerdo a Enrique Fernández Fassnacht, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), “Basta señalar, añadió, que las solicitudes de patentes por parte de grupos e inventores nacionales, si bien muestran una tendencia creciente, resultan todavía escasas en comparación con las realizadas por otras naciones”. Para septiembre de 2012, dijo, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial reporta que fueron otorgadas 224 patentes a mexicanos, con respecto a las cuatro mil 781 a norteamericanos y las 842 a ciudadanos alemanes.

Por otro lado expuso que tan sólo en 2011 de un total de 14,055 solicitudes de patente en México, sólo 7.5 por ciento (1,065) corresponde a mexicanos, el resto (92.5 por ciento) ha sido solicitado por residentes de Estados Unidos, Japón, Alemania, España e Italia, entre otros.

FALTA CREAR HOMBRES DE CIENCIA
De acuerdo a Castro Vargas, del CIATEC, se requiere contar primero con la masa crítica de investigación en el país, doctores, maestros y tecnólogos en cantidad suficiente para desarrollar los proyectos científicos, tecnológicos y de innovación, de no lograse ese presupuesto el desarrollo a mediano y largo plazo seguirá en niveles bajos, la comunidad científica y tecnológica del país deberá de vincularse más con la iniciativa privada, para el desarrollo de proyectos de desarrollo e innovación.

Y detalló que en este aspecto es de resaltar la propuesta del Presidente Peña Nieto de hacer una inversión creciente en I+D que dé oportunidad a que se desarrollen nuevos grupos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación.

“Falta incrementar el número de investigadores, México está todavía por debajo de las recomendaciones de la OCDE, se requiere más que duplicar el número de becarios para hacer frente a los retos futuros, en los próximos 6 años se requerirán 630,000 egresados del nivel de posgrado, de los cuales 84,500 deberían ser doctores; actualmente, de acuerdo a cifras del 2012 del Sistema Nacional de Investigadores, en México se tienen registrados 18,500 investigadores de una población de más de 110 millones de mexicanos. Afortunadamente el crecimiento anual del 5.2% es superior a otros países de la OCDE”, puntualizó.

Empresas y gobierno enfocan la innovación de forma distinta
Francisco Castro Vargas, director de Transferencia Tecnológica del CIATEC, en entrevista con Mi Ambiente, comentó que una gran parte de las empresas en México no usan la tecnología para mejorar sus procesos o productos. En los últimos años, los programas de estímulos a la innovación, implementados por el Conacyt y la Secretaria de Economía, detonaron en las empresas la inversión en este tema, sin embargo, muchos proyectos fueron más de inversión que de innovación.

También resaltó que las empresas valoran, cada vez más, la necesidad de innovar. La competencia es más agresiva y el mercado se han vuelto más selectivos, responsable y exigente, pero lamentó que el problema es que la mayoría son seguidores y toman lo ya desarrollado o copian con pequeños cambios lo que ya está en el mercado.

Detalló que la mayoría de las instituciones necesitan de la ciencia y tecnología. Un programa nacional de este tipo permitiría definir los objetivos y planes de trabajo para cada uno de los actores involucrados en el ecosistema de innovación.

En relación a lo anterior puso énfasis en que las instituciones de educación superior son elementos clave para consolidar sus programas de incubadoras. El reto que deben afrontar en el futuro cercano es crear nuevos programas educativos que vayan de la mano con las necesidades industriales.

Para mayor información consultar: www.miambiente.com.mx

Acerca de Juan Carlos Machorro

El autor no ha proporcionado ninguna información.

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