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Exhiben “Jardines Místicos” en Puebla

El tema del huerto, comúnmente presente en las pinturas religiosas virreinales, es analizado en la exposición Jardines Místicos: Huerto del Celestial Esposo y Pensil Eucarístico, donde se abordan sus diferentes significados, ya sea como paraíso eterno o como espacio que alude al desposorio de las monjas con Cristo.

“La muestra se fundamenta en el análisis e interpretación alegórica de dos piezas pictóricas anónimas del siglo XVIII, en las que el jardín representa un espacio de unión con la divinidad. Como complemento se integraron piezas de los siglos XVII y XVIII, como dos libros antiguos, la reproducción de un grabado y una tercera pintura con la representación de un desposorio místico”, informó Patricia Díaz Cayeros, historiadora de arte y curadora de la exposición.

La puesta museográfica, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se exhibe en el Museo de Arte Religioso, Ex Convento de Santa Mónica, Puebla, donde permanecerá hasta el 30 de junio.

“Una de las representaciones comunes de tales espacios en la pintura novohispana es el Jardín del Edén, que simboliza la felicidad perfecta, un momento en que el hombre aún no había pecado, el sitio donde empieza la historia de la humanidad y su relación con Dios. El regreso al jardín, es el retorno a la felicidad y a la perfección, lo cual se espera al final de los tiempos”, refirió la experta.

En la muestra destaca una de las pinturas por su gran formato (2.69 y 4.98 m) y por su técnica, ya que está pintada en dos tablas que se pliegan. “Dicha característica y su iconografía (corderos con velos de monjas) sugieren que quizá la obra estuvo en el coro del Templo de Santa Inés, Puebla, por tratarse de un espacio ceremonial vinculado y separado simultáneamente del templo a partir de la apertura y clausura de los velos”.

En este óleo sobre tela del siglo XVIII se “representa a Cristo entrando al jardín con una doncella (simboliza el alma del fiel), con la que más adelante reaparece en otra escena intercambiando coronas de flores como muestra de su amor”, describió Patricia Díaz.

Asimismo, esparcidos por todo el jardín se observan varios corderos con velos negros y blancos, los cuales representan a las novicias y monjas que al tomar sus votos se casan con Cristo. De acuerdo con la historiadora del arte, es posible que el cuadro haya pertenecido a las monjas dominicas del Ex Convento de Santa Inés, ya que esta beata tenía por atributo la figura de un cordero.

“El segundo óleo sobre tela —añadió la historiadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM— tiene la representación de Cristo dentro de un huerto cerrado, se trata de un jardín que alude a la Eucaristía. Al centro se localiza una fuente sobre la que se encuentra Cristo con sus llagas expuestas, de las que emana la sangre que brota como agua en la fuente, misma que circula por cuatro caminos que simbolizan los ríos del Jardín del Edén que se describen en el Génesis”.

También se muestra un tercer cuadro (de 1.65 y 1.30 m) sobre un desposorio místico, ello para reforzar la idea de que la misma temática se representa en un fragmento de la Alegoría del Dulcísimo Esposo. “Aunque esta pintura del siglo XVIII carece de jardín, muestra también a una pareja tomándose de las manos como símbolo de su unión; se trata de Cristo con sus llagas expuestas ofreciendo su corazón a una doncella con corona de flores que simboliza el alma”, describió Patricia Díaz.

El Museo de Arte Religioso se localiza en calle 18 Poniente, No. 103, Centro Histórico, Puebla. Horario: martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas. Costo: $35.00, excepto maestros y estudiantes con credencial vigente, así como adultos mayores, niños menores de 13 años y personas con discapacidad. Domingos entrada gratuita a público nacional y extranjeros residentes.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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