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Estima BBVA Bancomer crecimiento económico del 1.6% en 2017 y 2.0% en 2018

El Servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer estima que el panorama para México es más positivo, pero aún con riesgos. Se espera una ligera aceleración del crecimiento global y una menor desaceleración del crecimiento nacional, en comparación con las últimas previsiones, destaca el informe Situación México, correspondiente al segundo trimestre del 2017.

La mejora generalizada de los datos de confianza del consumidor, aunada al avance del comercio global, apoyado sobre todo por el repunte de la inversión en China gracias a los estímulos monetarios y fiscales introducidos en 2016, son los principales factores detrás de la aceleración de la actividad económica durante los primeros meses del año. Se espera que el crecimiento global se ubique en 3.3% para 2017 y 3.4% para 2018.

Una de las características principales del mejor desempeño de la economía global es la consolidación de la recuperación en Estados Unidos. Aun cuando se ha reducido la probabilidad de que la nueva administración pueda poner en marcha la reforma fiscal y que ésta tenga un impacto positivo en el corto plazo, la economía continúa creciendo por encima de su potencial apoyada en la aceleración de la inversión y un mercado laboral que se encuentra cerca de su nivel de pleno empleo. De este modo se espera que la economía estadounidense crezca 2.3% este año y 2.4% en 2018.

El sólido crecimiento de la economía estadounidense aunado a los recientes pronunciamientos de varios funcionarios de alto nivel de la administración Trump en favor de una renegociación sensata del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hacen que el panorama económico para México luzca menos desfavorable que a inicios del año. En enero la ruptura del TLCAN o aumentos importantes en aranceles y barreras no arancelarias a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos parecían probables. Hoy dicha probabilidad parece mucho menor. De hecho, el escenario base de BBVA Bancomer, al que le asigna una probabilidad de 70%, es que el TLCAN sea renegociado y que los resultados sean benéficos para los tres países que lo integran.

Consecuencia de lo anterior y también apoyado en un mayor dinamismo de la demanda externa, se revisan al alza las previsiones de crecimiento de 1.0% a 1.6% para 2017 y de 1.8% a 2.0% para 2018.

La revisión para 2017 se apoya en tres factores: a) un mejor comportamiento del sector externo. Se anticipa que el sector de manufacturas de Estados Unidos experimentará una importante expansión en este año, lo que se reflejará en un renovado dinamismo de las exportaciones que se estima crecerán a una tasa anual de 4.5%.; b) Una revisión al alza de las cifras de crecimiento del PIB durante la segunda mitad del año pasado y una expansión mayor a la anticipada en 1T17. Estos cambios generan un efecto base positivo para el crecimiento del primer trimestre del año; y c) Una política monetaria menos restrictiva a la que se anticipaba en enero a medida que se mitigan las presiones de depreciación del peso.

En lo concerniente a las finanzas públicas, los esfuerzos de consolidación fiscal a lo largo del año y el remanente operativo de Banxico permitirán que se logre un superávit primario de por lo menos 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y que el cociente del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) a PIB deje de crecer en 2017. El cumplimiento de estos objetivos coadyuvará a que las agencias calificadoras no reduzcan la calificación soberana de México. No obstante, el gobierno federal tendrá que continuar con una política de contención del gasto programable ante la presión que sobre las finanzas públicas seguirán ejerciendo el gasto en pensiones, las participaciones federales y el costo financiero de la deuda en los siguientes años.

La mejora en el panorama refuerza nuestra expectativa comunicada hace tres meses con respecto a la elevada probabilidad de que los efectos de las políticas económicas de la actual administración de EE.UU. sobre la economía mexicana terminen siendo cíclicos y no estructurales. No obstante, los riesgos no se han disipado del todo y se está frente a un largo periodo de negociaciones comerciales, en el que las declaraciones de los diferentes actores pueden interrumpir las condiciones favorables experimentadas en los últimos meses. Asimismo, los riesgos geopolíticos, los vaivenes en los precios de las materias primas y los activos financieros podrían generar nuevos episodios de incertidumbre y volatilidad para la economía mexicana.

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