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El 2011 arranca la lucha por el poder, en estados y va al 2012 por la Presidencia; Estado de México

Enrique Peña Nieto

El año 2011 está marcado por la lucha electoral en varios estados. Guerrero, Nayarit, Coahuila, Michoacán y otros. El estado de México es “la joya de la corona”; todos quieren ganarla, por su importancia y por los más de 15 millones de habitantes. A nivel nacional es económicamente el más desarrollado y con más empleo, alrededor de mil personas del interior del país y del DF llegan diariamente como si fuera la tierra prometida; es la entidad de más obra pública y social, con la mística de continuidad sexenal, la de mayor población estudiantil, con más escuelas desde kínder hasta universidades y tecnológicos, con la red más amplia de salud, incluyendo hospitales. Por eso, electoralmente, todos ambicionan ganar la gubernatura este 2011. Y será una lucha con todo; florecerá la suciedad política, con la calumnia por delante.

De izq uierda a derecha, de arriba abajo: Isidro Fabela, Carlos Hank, Emilio Chuayffet y Adolfo López Mateos.

Sus mejores políticos, académicos o sociólogos, reconocen que la riqueza del estado de México se ha construido y logrado por el trabajo y la unidad de sus gobiernos. A pesar de no tener mares, ni playas, tampoco tiene petróleo; la grandeza es real. No siempre ha estado en paz. En la década de los 40s floreció el crimen, y las gavillas saqueaban la entidad y mataban. Al grado de que en 1942 asesinaron al gobernador Alfredo Zárate. Ahí surgió la renovación. Un intelectual, diplomático, que fue jefe de Defensores de Oficio, diputado, maestro emérito de la UNAM, brillante intelectual impuso el orden, sometió y castigó las bandas del crimen; puso los cimientos. Sembró la semilla. Isidro Fabela tomó las riendas, al nombrar el Congreso nuevo gobernador. Era de Atlacomulco. El dio paso a la transformación y formó muchos jóvenes.

Y se dio una cadena de gober-nadores, reconocidos nacionalmente, el doctor Gustavo Baz, un ejemplo. Alfredo del Mazo Vélez, Juan Fernández Albarrán, Jorge Jiménez Cantú, Alfredo del Mazo González, Emilio Chuayffet, César Camacho. Con Arturo Montiel Rojas se propició el escándalo y la honestidad se puso en duda.

Paralelamente, creció el descrédito nacional sobre los políticos, se deterioró la confianza en los gobernantes, que por décadas generosamente el pueblo concedía a los políticos. Creció el debilitamiento del sistema priísta. Y perdió la Presidencia de la República. Antes perdió varias gubernaturas y cientos de ciudades. Se hicieron gobierno el PAN y el PRD. La expectación ciudadana no tuvo los logros que esperaban. Ejemplo, la seguridad pública ha sido un fracaso con un precio muy elevado de muertos. Acabó la confianza.

Hasta que llegó un joven, inteligente y carismático, Enrique Peña Nieto. El descrédito de los políticos era (y es) enorme. En una conferencia de prensa, los reporteros le preguntaron ¿Cómo creerle sus promesas queriendo ser gobernador del estado de México? El dijo “Los compromisos los firmaré”. Lo hizo en 125 municipios. Se han cumplido más de 500. Y amplió la obra, en universidades, tecnológicos, hospitales, carreteras, en el agro, en atención social. Es del dominio público. Y comprobable.

Hoy Enrique Peña Nieto es considerado por el pueblo como un político que cumple. La confianza popular la ha conquistado. Las encuestas lo califican como el mejor gobernador. Y el mejor político del país. La oposición quiere esa gubernatura; él quiere la Presidencia de la República. El PAN y el PRD hablan de alianza, saben que solos con su ideología perderán. Andrés Manuel busca ganar en territorio mexiquense sin el PAN para fortalecerse como aspirante presidencial, superando a Marcelo Ebrard, que busca lo mismo. Pero ni el PRD, ni el PAN, tienen precandidatos declarados de calidad, sólo de versiones. PT y AMLO soltaron a Yeidckol; ahora con PRD gíran y lanzan a Alejandro Encinas. El PRI tiene 5 para gobernador: Ernesto Némer, Luis Videgaray, Ricardo Aguilar, Eruviel Avila y Alfredo del Mazo; 5 ases.

Para la candidatura presidencial, por el PRI, son dos los señalados. Enrique Peña Nieto, quien, desde niño, admira a Adolfo López Mateos, el último presidente querido y aplaudido por el pueblo, nacionalizó la electricidad, estableció los Libros de Texto Gratuitos. Y Manlio Fabio Beltrones, político experimentado, el reconstructor del PRI, con Beatriz Paredes. Definitivamente 2011 es año de lucha electoral, muy fuerte que contará el 2012. El PAN está en invernación.

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