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Campo: 22mmdp, pérdidas anuales

Las sentencias de que la Naturaleza nunca perdona y que el pobre es el que más sufre las consecuencias de los fenómenos naturales son muy certeras y las pruebas fehacientes son las desgracias que se ensañan con los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Lo grave de estos males no es lo que se padece, sino lo que está por venir y que será espeluznante, de 2015 y 2020 en adelante, como consecuencias del Cambio Climático y el calentamiento global que incrementarán el número de pobres y hambrientos.

La pobreza y la hambruna sentarán aún más sus reales, en especial en los pueblos insulares, bajos y costeros, pues independientemente de ser afectados por fenómenos más frecuentes, grandes e intensos como frío, calor, precipitación, sequía, vientos, huracanes, erosión, desertificación, desertización y pérdida de la biodiversidad, se tendrá el aumento del nivel del mar por el derretimiento de los hielos.

Los refugiados ambientales por hambre aumentarán en los próximos años.

Por lo tanto, el futuro de México no luce nada halagüeño, pero sí muy caótico, especialmente para los millones de individuos que viven en las regiones más vulnerables a los diversos tipos de desastres naturales que serán maximizados por el Cambio Climático.

De acuerdo con el Banco Mundial, México será uno de los países más impactados por ese fenómeno climático y de no hacerse algo que contenga este desequilibrio planetario, el suelo mexicano sufrirá una gran desertificación, además de sequía que afectará al 80 por ciento de la población que vive en el centro y norte del país, así como al 90 por ciento de los cultivos de irrigación, 75 por ciento de la industria y, consecuentemente, al 80 por ciento del Producto Interno Bruto. Este daño brutal y gargantuesco se hará sentir en todos los mexicanos, pero más en los pobres.

Un estudio y análisis que efectuó Greenpeace México de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Estudio Económico sobre el Cambio Climático, así como de diversos trabajos realizados por mexicanos y extranjeros, entre el 15 y 40 por ciento de la superficie de México será tragada por el mar y sufrirá cambios climáticos. La situación que más preocupa es que se perderían alrededor de 8 millones de hectáreas dedicadas la agricultura y alrededor del 50 por ciento de ecosistemas boscosos.

También se detalla que 25 millones de mexicanos viven en sitios de alta sismicidad, 36 millones viven en 75 ciudades que son precisamente la ruta de los huracanes.

Más de 36 millones de connacionales se encuentran asentados en zonas susceptibles de inundaciones, 5 millones moran en sitios con peligro de corrimiento de tierra.

Aunque le parezca increíble, 42 millones de mexicanos se encuentran asentados en zonas de sequía; 11 millones más, viven en sitios desérticos y semidesérticos altamente susceptibles a la sequía extrema.

La mitad de la población mexicana habita en 883 municipios vulnerables a heladas. Además, la falta de lluvia y la infertilidad de la tierra ha llevado a que en la actualidad, México cuente con alrededor de 7 millones de refugiados ambientales.

También resalta el análisis de Greenpeace México que, al menos, 25 por ciento de las muertes que se registran al año en este país, tienen como causa y consecuencia, la degradación medioambiental.

DISMINUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN

Asimismo, se pone en relieve que como consecuencia del Cambio Climático, se prevé que la producción de caña mengue 20 por ciento; maíz, hasta 45 por ciento; trigo, hasta 50 por ciento, frijol, 30 por ciento y café, hasta 78 por ciento. Por el contrario, los naranjales producirán 50 por ciento más.

La reducción en la producción de esos productos agrícolas representará una pérdida equivalente a 22 mil millones de pesos anuales.

El daño económico que causarán los huracanes y tormentas tropicales al año en los 25 municipios más vulnerables de los 153 costeros, es de 56 mil 407 millones de pesos.

El Estudio Económico sobre Cambio Climático establece que la catástrofe agropecuaria será provocada en 80 por ciento por sequía, 17 por ciento por huracanes, 2 por ciento por precipitaciones y 1 por ciento por heladas.

Según estudios de campo, establece que 9 de las 33 áreas naturales protegidas analizadas, mantendrán la vida actual, las otras sufrirán grandes cambios climáticos, por lo que parte de la biodiversidad que logre sobrevivir, se refugiará en las cadenas montañosas del país.

Calor

En la actualidad, en Mexicali, capital de Baja California, llega a ser espantosamente calurosa que la gente pobre que no tiene para poner aire acondicionado en su vivienda, duerme en las azoteas de sus casas, muchos más lo hacen en sus tinacos. Para quienes no lo saben hay que informarles que en el desierto sonorense, entre Mexicali y Hermosillo, se registró una vez hasta 60 grados centígrados, todos los datos sobre el particular se encuentran registrados en el Servicio Meteorológico Nacional. Este es récord mundial de calor.

Contradicciones

En la zona Papaloapan, en el estado de Veracruz, llovía anualmente sobre los 10 mil milímetros, ahora anda por debajo de los 2 mil. Además, en una comunidad chiapaneca, denominada Ocotepec, la lluvia aumenta año con año. Ahí en 1990, se tenía una precipitación de 250 milímetros y en 2007 llegó a 2 mil. En el estado de Chiapas se tiene disponibilidad de casi 25 mil metros cúbicos de agua por habitante al año y en el Distrito Federal, la capital mexicana, con trabajos llega a 144m3/hab/año.

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