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Aumentan incidentes viales de gravedad durante la contingencia

A pesar de que los siniestros de autos, registrados por la aseguradora AXA Seguros, tuvieron una reducción de 47% en el periodo de marzo a junio de este año; este indicador contrasta con el número de traumatismos graves de pacientes hospitalizados en el IMSS, relacionados con siniestros viales durante la jornada nacional de sana distancia, que mostraron un aumento de 64.7% al pasar de 6.8% a 11.2%.

“La reducción de la siniestralidad en AXA México y el aumento de percances severos reportados por el IMSS guardan una relación directa. Con menos autos en las calles, el registro de choques baja; sin embargo, al disminuir significativamente el tráfico en zonas urbanas, los conductores alcanzaron altas velocidades en sus vehículos que ocasionaron incidentes de mayor gravedad”, explica Daniela Zepeda, subdirectora de Asuntos Públicos en AXA México.

De acuerdo con la Cruz Roja Mexicana, el riesgo promedio de muerte para un peatón cuando sufre un atropellamiento por un vehículo a 80 km/h -límite de velocidad en la CDMX en carriles centrales de acceso controlado- es de 75%. Mientras que, cuando un auto viaja a 50 km/h, se reduce a un 25%, y a 35 km/h en un 10%.

En México, el semáforo epidemiológico emitido por el gobierno federal indica que 16 estados del país están en color rojo, siendo la ocupación hospitalaria uno de los factores que lo determinan. Estados como Nuevo León y Nayarit tienen solo cerca del 30% de disponibilidad en sus sistemas sanitarios.

“Ante esta situación, debemos tomar mayores precauciones viales y evitar que un accidente de tráfico incremente -aún más- la carga de trabajo para el personal de salud. Por ello, hoy más que nunca, debemos adoptar una movilidad consciente y responsable”, menciona Daniela Zepeda.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado elegir caminar o usar la bicicleta, como alternativas de movilidad con menor riesgo de contagio, debido a la facilidad para mantener la sana distancia entre personas. Además, estas opciones de transporte implican realizar una actividad física benéfica para la salud. Un dato interesante es que, las personas que se trasladan en bicicleta tienen hasta 52% menos riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular.

La reducción en el uso de autos ha mejorado la calidad del aire, un beneficio importante en la lucha contra COVID-19. Un estudio de la universidad de Harvard revela que los habitantes de las ciudades más contaminadas tienen 15% más riesgo de morir por complicaciones, por lo que no solamente es una cuestión ecológica, también lo es de salud.

“Antes de esta emergencia sanitaria ya teníamos un reto de movilidad y seguridad vial en el país. Un aprendizaje que nos deja esta pandemia es que nuestra forma de movernos debe contemplar aspectos como la salud, la seguridad y la sustentabilidad; como lo muestra el plan de movilidad 4S, creado por diversas instituciones en el país”, añade Zepeda.

El desafío de la movilidad que representa esta “nueva normalidad” implica que tomemos una consciencia colectiva y entendamos que nuestro bienestar depende de actuar en conjunto, como sociedad.

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