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Agua con calidad y sabor

En el poblado de Zoyatepec, ubicado en Guerrero, se lleva a cabo un proceso de purificación de agua que además de brindarle la calidad necesaria, también le otorga un sabor que la distingue entre el resto de sus competidores.

Después de acudir a un taller impartido en Michoacán por la Comisión Nacional Forestal (Conafor)  en donde se habló del desarrollo de las comunidades ejidales y de la constitución de empresas, la idea de aprovechar los recursos naturales de manera sustentable surgió para los habitantes de Zoyatepec, quienes vieron en la purificación de agua una alternativa para el desarrollo de su comunidad.

En entrevista para Mi Ambiente, Angelino Flores, Secretario de la Empresa Forestal Valle de Zoyatepec, explica cómo es que decidió entrar al mercado: ”nuestro bosque no es muy maderable, las generaciones pasadas hicieron mucha tala y ahora que lo empezamos a trabajar más en forma vimos que se estaba acabando, así nos nació la idea de dejar de talar el bosque y trabajarlo en algo que fuera no maderable y pensamos en el agua”.

Después de 3 años de espera para la aprobación del proyecto, se gestionó la planta de purificación  con la Conafor; una vez que la empresa que vendió la planta realizó los estudios sobre la calidad del agua, se encontró que los parámetros de pureza cumplían casi a la perfección con la pureza  necesaria para su consumo.

“Nuestros manantiales allá son muy limpios, tenemos un área de protección ecológica debidamente cuidada y es un área voluntaria, no impuesta por el estado”, afirma Angelino Flores para después relatar cómo se han logrado posicionar como uno de los proveedores del vital líquido.

Después de un recorrido de 4 kilómetros, el agua llega a un pre-filtro en la planta que le quita los remanentes de hojas o ramas. Después, entra en uno de los dos tanques de almacenamiento con capacidad de 10 mil litros cada uno. Una vez ahí, se aplica hipoclorito concentrado (desinfectante) con el objetivo que eliminar mata bacterias, hongos o huevecillos de animales.

A continuación, se pasa a un filtro de lecho profundo en donde se purifica el agua de abajo hacia arriba; posteriormente, a través del carbón activado, el segundo filtro le quita el olor y sabor del hipoclorito. Finalmente pasar por un tanque de resina catiónica que la convierte en agua cristalina.

Angelino explica que todas las purificadoras tienen ese sistema, pero la diferencia de agua de Valle de Zoyatepec es que cuentan con mecanismo distinto que funciona a través de la osmosis inversa, en donde se equilibra la concentración de metales en el agua apropiados para el consumo humano.

Ubicados s a 16 kilómetros de los puntos de venta y con 15 purificadoras comercializando agua purificada, los 12 representantes de la empresa comunal saben que tienen que distinguirse del resto de ellas.

Por eso, confían en que su sabor es su valor agregado: “los manantiales de ocotera le dan un sabor especial, no es un sabor común. A mucha gente le gusta mucho, cuando la tomas no cae pesada como otras aguas”, afirma Angelino.

Zoyatepec, que en náhuatl significa lugar de piedras y palmas, es la región que le ha permitido a los ejidatarios emprender un negocio sustentable a través de la purificación de un recurso como el agua. Angelino y el equipo de ejidatarios que integran la empresa Valle de Zoyatepec estuvieron presentes durante la Expo Forestal 2016.

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Integrantes de la Empresa Forestal Valle de Zoyatepec

 

Por Ana Herrera

 

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