En Ambiente

Interrogación.

Depre995La duda necesita un trazo gráfico para irrumpir en la apasionante historia del hombre, es la herramienta indispensable para el ascenso humano* en la vida.

La duda manifiesta en la oralidad toma forma en la escritura latina con la anotación quaestio (pregunta) para denotar el valor de interrogante dentro del texto, a la cual, por razones de espacio el saber humano comprimió en la expresión Qo. Concuerdan los estudiosos de las lenguas que éste, en el paso del tiempo, es el origen para la creación humana del signo de cierre de interrogación (?); es decir, el gancho es una estilización de la Q y el punto la síntesis alígera de la o.

Aunque al parecer había otras formas anteriores, una de ellas ¿El primer signo de interrogación de la historia?** informa que: “El doctor Chip Coakley lo encontró (el primer signo de interrogación) en manuscritos en siríaco del siglo V. Y se trata de un símbolo con una forma similar a la de los dos puntos… El siríaco, que llegó a ser el principal lenguaje literario de Medio Oriente, es un dialecto del arameo, lenguaje utilizado entre los siglos III y VIII…” y, posteriormente, ya en el “… griego se usa punto y coma (;) para señalar la interrogación.”

En la mayoría de los idiomas cercanos al nuestro (italiano, francés e inglés…) por sus características constructivas emplea únicamente el signo de interrogación al final de la frase, uso habitual también en español hasta después del año de 1754, momento para la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia Española (RAE), cuando la institución declaró —para evitar confusiones en la comprensión de la lectura— preceptivo el inicio de las preguntas con el signo de interrogación invertido (¿) y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) así mismo y por extensión, establecía la misma regla para los signos admirativos (¡ y !).

El signo de interrogación libera del prejuicio para dar vuelo a la mente, es la duda manifiesta para el encadenamiento especulativo mediante el continuo del error-acierto-error-acierto… enfatiza el ancestral impulso inicial del saber. Es el trazo animoso de la curiosidad en el porqué de las cosas en la vida, el cómo, el cuándo, el dónde, el qué, el quién, repetido incansablemente. Es la desesperante manifestación humana durante la niñez, un ¿por qué? acallado en el avance de la edad por vergüenza ante el reproche sabihondo: signo que, cuando despreciamos, determina la brutal deserción, la abulia por atraer un poco del conocimiento en quien, capacitado para interrogar posee la capacidad para recibir la respuesta, aunque ésta no sea siempre la deseada.

La grafía interrogativa representa el asombro anticipatorio de la revelación cuya resolución despejará momentáneamente la incertidumbre, concibe múltiples incógnitas que afectará la precaria estabilidad en la comprensión de la vida. La interrogante —afrenta en la ignorancia solapada—establece que nada es seguro y es exiguo el conocimiento de nuestra realidad. Latió en la muesca, migró al chirrido de una pluma… es riqueza cultural dinámica y nunca satisfecha. Todo nace de la duda, todo lo responde una pregunta; la interrogante es la incómoda curvatura para el crecimiento de la humanidad que brota rauda al pasar la página de la aseveración.

* El ascenso del hombre término aportado por el matemático y humanista polaco, el doctor Jacob Bronowski para su serie en la BBC de divulgación científica The Ascent of Man y el libro derivado de ella compuesta por 13 capítulos. 1973.
** www.bbc.co.uk/mundo/noticias/ con fecha del 26/07/2011.

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