Rafael Cienfuegos Calderón
El compromiso que adquirió el gobierno de México en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de reducir las emisiones de gases efecto invernadero, que es una ambiciosa meta, no se cumplirá si no se cuenta con instrumentos y medios eficaces para este propósito, y se fortalece con recursos suficientes el Fondo para el Cambio Climático.
Lo anterior fue expuesto en la Cámara de Diputados, donde integrantes de la Comisión de Cambio Climático que preside María García Pérez (PAN), avalaron un dictamen para que el Fondo para el Cambio Climático cuente con un Comité Técnico Mixto que integre, además de los nombramientos ya establecidos en la ley, a cinco representantes de los sectores académico, de investigación, empresarial y sociedad civil organizada.
El documento señala además que la reforma al artículo 84 de la Ley General de Cambio Climático es viable, porque propone un mecanismo que permitirá una mayor eficiencia en cuanto a la gestión de recursos de fuentes nacionales e internacionales y la asignación de los mismos en proyectos de alta razón costo-beneficio.
Desde su creación, los recursos económicos que se han destinado para las acciones y los proyectos de mitigación y adaptación, “han sido muy limitados”.
Un documento de la subsecretaría de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del 2016, relativo a proyectos financiados en 2014 y 2015, señala que el Fondo para el Cambio Climático aprobó 11 proyectos por un importe de 68 millones de pesos, que es muy poco ante la magnitud del reto que representa el cambio climático.
Por otra parte, durante la sesión de la Comisión de Cambio Climático, quedo al descubierto que se desconoce la gestión de diversas donaciones realizadas entre 2014 y 2015; por ejemplo, no se sabe si se obtuvieron aportaciones del Banco Mundial para el Desarrollo y del gobierno alemán.
El reto es de tal magnitud que de acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los costos totales, tan sólo por agotamiento y degradación ambiental, equivalen a cerca del 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
La vulnerabilidad de México, ante el cambio climático, implica que 71 por ciento del PIB será afectado por los impactos adversos de dicho fenómeno.
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