En Ambiente

Demasiado de cualquier cosa, siempre es demasiado

Tengo cientos de juegos, a través de los años he ido ampliando la colección, y lo admito, mi «pile of shame» como mencionan en el artículo de Kotaku: «Estamos comprando más juegos de PC de los que podemos jugar» (http://kotaku.com/were-buying-more-pc-games-than-we-can-play-1493402988), ejemplifica perfectamente mi caso.

En el artículo se menciona que en promedio un videojugador sólo disfrutará del 40% de su colección, y eso lo entiendo perfectamente, entre ofertas, juegos usados y la distribución digital, estamos en una era de los videojuegos en donde es muy fácil tener muchos juegos, muy rápido.

Por ejemplo, tengo el servicio de PS+, cada mes puedo descargar ciertos juegos y comprar otros con descuento, hay ofertas semanales en el bazar de Xbox Live, a cada rato me llegan correos de los paquetes Humble Bundle con juegos independientes a precios de risa, todos los fines de semana me doy una vuelta por las tiendas de juegos y, en especial, en Gamerush; y, finalmente, están las mega ofertas de Steam.

Y es algo que me gusta, de hecho en el artículo se menciona, hay un cierto placer por ir ampliando la colección, y sí, se puede decir que es también un coleccionismo compulsivo.

Ahora bien, uno de mis problemas -sí es que así se le puede llamar- es algo que llamo: «este juego se debió jugar en su momento», ¿qué quiero decir con eso?.

Yo conocí la saga de The Elders Scroll con la cuarta entrega -Oblivion-, me gustó mucho ese juego, le dediqué muchas horas, un día, decidí comprar la tercera entrega -Morrowind- y lo siento… no, simplemente en Oblivion mejoraron tantas cosas, no sólo gráficamente, que tratar de jugar Morrowind ha sido un suplicio, decenas de veces lo he comenzado, y decenas de veces lo he dejado de lado, el juego no es malo, pero, para mí, hay juegos que no envejecen bien, y después de unos años y habiendo probado lo más nuevo, me cuesta mucho trabajo disfrutarlos, pero claro, ese soy yo.

Otro ejemplo es con mi colección de juegos de rol de Playstation 2. Cómo he mencionado en esta columna, el juego de rol fue cambiando con la entrada de ciertos títulos desarrollados en EE.UU. o Europa, que hacen ver a los juegos japoneses como anticuados, que no es igual a que sean malos, pero lo que me gusta de ciertos juegos de rol más actuales es que yo soy el protagonista y yo tomo las decisiones, para bien o para mal, y lo diré con todas sus letras, hay ciertos juegos japoneses donde es tedioso ver como el protagonista es un ser lleno de complejos, deprimente y que no se decide a nada… claro, eso no está mal, y en su momento disfruté mucho que me contaran una historia y ver como el protagonista sufría y sufría y no hacía nada de nada…

Y, como se me ha hecho costumbre, citando a Martha Debayle: «entre más cosas tienes, a más amos tienes que servir», o sea, cuando comencé a coleccionar videojuegos fue con una consola, luego llegó otra y otra, hasta que llegamos a la actualidad en donde tengo muchas y en todas hay juegos que me agradan y que quiero conseguir.

¿Sería mejor que sólo tuviera una y así poder comprar menos?, no lo sé.

Lo que sí es verdad es que sigo jugando todos los días, sigo disfrutando de mis juegos, sé que es poco realista pensar que podré jugarlos todos, y eso me lleva otro punto.

Cuando se comienza en un pasatiempo, usualmente uno se va por lo más conocido, por ejemplo, en los videjuegos, lo más normal es ir comprando lo que está de moda, lo que nuestros amigos recomiendan, etc. Eventualmente, nos vamos «refinando», es decir, nos volvemos más selectivos, podemos seguir comprando mucho, pero ya sabemos cuáles son los géneros o sagas que más nos agradan y es cuando pasamos a otro nivel, de ser videojugadores normales a ser entusiastas, porque usualmente iremos descubriendo comunidades o sitios donde podemos ir leyendo de las novedades que hay y, sobre todo, formándonos nuestra propia opinión.

Entonces, tal vez es lo que me tranquiliza, sí, tengo muchos juegos y muchos tal vez nunca los juegue o sólo lo haga brevemente, pero sé que ahí están y que en cualquier momento puedo encontrar joyas que había dejado pasar.

Y, también hay épocas en las que da por jugar títulos que sea rápidos y, últimamente, no hay nada más breve que un juego de disparos. Sí, muchas veces en esta columna me he quejado de los Call of Duty, Battlefield y Medal of honor, he dicho que es mejor rentarlos, pero, como también mencioné, todos los he jugado cuando son lanzados a la venta, pero, me he esperado a comprarlos cuando ya han bajado por mucho de precio.

Y usualmente me gusta disfrutar de esos juegos después de pasar mucho rato con uno, por ejemplo, los juegos de rol que usualmente piden decenas de horas para acabarlos con buen nivel, bueno, después de pasar un par de meses en sólo juego, se me antoja estar jugando algo que sé que acabaré en un día. Sí, yo juegos los FPS por su historia, nunca por el multijugador.

¿Conclusión?, bueno… creo que esta columna ya se alejó mucho de lo que menciona el artículo en Kotaku, que recomiendo mucho que lean, pero, creo que la conclusión podría ser que estamos en una buena época para disfrutar los juegos, el hecho que podamos comprar muchos es porque la oferta es amplia y variada, cualquiera puede entrar en este pasatiempo y, estoy seguro, que encontrará muchos juegos que le harán pasar horas de infinita diversión.

Para los que llevamos un rato en esto y que tenemos muchos juegos acumulados, sería bueno hacer una pausa y revisar lo que hay en nuestras «juegotecas», uno nunca sabe sí ese juego que lleva 10 años en lista de espera, nos dé una grata sorpresa.

Acerca de Julio César López Zamora

El autor no ha proporcionado ninguna información.

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