En Ambiente

Azul-verde

Templo parroquial. Acrílica sobre corrugado. 26.4 x 34.5 centímetros.

Declarado «Pueblo mágico» durante el año del 2003, Tequila, «Lugar de los tributos», al noroeste de Guadalajara, es el espacio alguna vez ocupado por grupos chichimecas, otomíes, toltecas y nahuatlacos, conquistado en 1530 en las incursiones españolas.
En esta población del Estado de Jalisco, está el Museo Nacional del Tequila, en los espacios de una finca del siglo XIX. En el recorrido por ella, la secuencia instruye al visitante respecto a la elaboración del tequila, desde la época prehispánica hasta los procesos modernos con alta tecnología. Ahí, de entre una vasta colección de envases destaca la botella de tequila más grande del mundo. Cercano, el «paisaje agavero» de Tequila es un atractivo turístico, declarado Patrimonio Mundial -por la Unesco- en el año 2006.
La enciclopedia y el diccionario nos dicen que el vocablo agave proviene del griego aguauê cuyo significado es «admirable» o «noble», diferenciador otorgado al licor extraído de dicha plantay cuya denominación exige -a sus productores- embotellarlo directamente en el lugar de origen, comprendidas las regiones de los municipios de Jalisco, Nayarit, Tamaulipas, Guanajuato y Michoacán, que fuera de esas tierras llevará en la etiqueta el diferenciador de «destilado de agave».
El proceso, sin abundar en detalles, incluye: cosecha o jima; partido de las piñas; extracción de la inulina (azúcar) por cocción de las piñas mediante el vapor en hornos de mampostería; reposo (1 día); desgarre para la obtención de todos los azúcares contenidos en las fibras y así lograr el jugo de agave que se convertirá en tequila con su fermentación en toneles de acero inoxidable.
Logrado el mosto (un líquido turbio de color marrón), y ya sin reacciones químicas, pasará al destilado primario en alambiques de 3 mil litros de capacidad para evaporarlo y llegar a la condensación que aportará 600 litros (con un 20% de alcohol) que pasará a una segunda destilación, que al paso por la maquinaria, dará por resultado el tequila propiamente dicho (45-50 grados de alcohol).
Reconocemos: el tequila blanco , origen de las categorías de esta bebida; añejo, registrado en la década de los sesenta por estar reposado en barricas menos de un año; reposado, mantenido en barricas durante dos meses, y el extraañejo, mantenido en barricas «unos tres años», con la aclaración de que las barricas son de roble blanco y un tostado medio.
En el Suplemento «Buena mesa» del periódico Reforma para el mes de septiembre del 2008, hay un recorrido por la gastronomía con el tequila por ingrediente (sopas, platos fuertes -carnes, pescados y mariscos- postres); el diseño para los «caballitos» y un montón de marcas diferenciadas por el envase de vidrio asociado a otros materiales para distinción del producto en el mercado, que, desde la botella clásica del Tequila Viuda de Romero Blanco con un precio de $83.00 llegar a un Don Julio Real con un precio de aproximado de $ 3 120.00 -más por el sofisticado juego de envase y estuche- hasta «Ley .925 oro y platino. Precio aproximado: un millón quinientos mil pesos. Dentro de la colección denominada ‘Pasión Azteca’ existen botellas en plata con oro y plata pura»., y otra más: «Ley .925 platino y diamantes. Produce: Ley .925. Precio aproximado: 15 millones de pesos. Diseñada por Fernando Altamirano y catalogada en el récord Guinness de la botella más cara del mundo. Contiene tequila extra añejo con seis años en barrica», y lo anterior no es una exageración ni error por nuestra parte, así lo asienta el editor de la publicación en su página 04 con el encabezado «Los tequilas más caros del mundo por diseño y calidad».
Santo Toribio Romo nos ampare.

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